Trucazo de los mejores cocineros para que la carne no se quede como la suela de un zapato

Si te gusta la carne muy hecha pero sin que se quede dura como la suela de un zapato, apunta este truco de los mejores cocineros porque te va a resultar muy útil. De lo que se trata es de que la porción de carne se quede jugosa, y puedes conseguirlo aunque no seas un «cocinillas». Un truco muy simple y efectivo que no requiere de utensilios de cocina especiales ni de ingredientes carísimos. A continuación te explicamos cómo puedes ablandar la carne antes de cocinarla.

Consejos prácticos

Lo primero y más importante es entender cuáles son las razones por las que la carne se pone dura. La calidad de la carne es esencial, al igual que ocurre a la hora de escoger los ingredientes para cualquier otra receta. Cada tipo de carne tiene sus particularidades, y hay algunos cortes más tiernos que otros. Escoge un corte adecuado y de buena calidad.

Recuerda que cortar la carne en contra de las fibras en vez de seguir su dirección natural puede hacer que se quede más dura al cocinarla. ¿Sabes cuál es el momento idóneo para añadir la sal? Si lo haces demasiado pronto, extraerá la humedad de la carne y la textura de la porción será seca y dura.

A esto hay que sumar la importancia de sellar bien la carne antes de cocinarla para atrapar lo jugos. De lo contrario, perderá su humedad y se quedará dura. Y, por último, deja que la carne repose un par de minutos después de cocinarla para que se redistribuyan los jugos y se intensifiquen los sabores.

Ablandar la carne antes de cocinarla

Algo que hacen todos los cocineros es golpear o cortar la carne en trozos para que se rompan las fibras y se ablande durante la cocción. Para ello, necesitas un mazo o, si no lo tienes, realizar una serie de cortes estratégicos.

El truco más sencillo de todos consiste en dejar la carne sumergida en un recipiente lleno de leche antes de cocinarla. Gracias a las enzimas presentes en la leche, estará mucho más blanda. También puedes dejar que repose en una mezcla de condimentos y aceites para mejorar su sabor y su textura.

Otro truco que debes conocer es el del rebozado. Al cubrir la carne con una capa de harina, o pan rallado atrapas la humedad y consigues que la carne retenga su jugosidad. ¡Así queda mucho más blanda!