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¿Qué santos se celebran hoy, viernes 8 de noviembre de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 8 de noviembre de 2024? La Iglesia católica, como cada día del año, conmemora en este día a diversos santos que han dejado huella a lo largo de la historia cristiana. En esta fecha, destaca la celebración de San Adeodato, también conocido como San Diosdado, un papa que guio a la Iglesia en tiempos difíciles y cuya devoción ha perdurado con el paso de los siglos. Su vida, marcada por la entrega y el servicio, lo ha convertido en un referente espiritual para muchos creyentes. Pero San Adeodato no es el único santo celebrado en esta jornada.

Además de él, el 8 de noviembre también se recuerda a figuras como San Godofredo de Amiens y San Wilehado de Brema, ambos conocidos por su celo evangelizador y su profundo compromiso con la fe cristiana. Cada uno de ellos dejó un legado particular en la Iglesia, construyendo comunidades sólidas y enfrentando con valentía los desafíos de su tiempo. La conmemoración de estos santos en el calendario litúrgico permite a los fieles reflexionar sobre sus virtudes y aprender de sus ejemplos. A continuación, os contamos más sobre las historias de San Adeodato, San Godofredo de Amiens y San Wilehado de Brema, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.

San Adeodato I

San Adeodato I, también conocido como Diosdado I o en latín Deusdedit, fue el papa número 68 de la Iglesia católica. Nació en Italia y era hijo de un subdiácono llamado Esteban. Fue elegido papa el 13 de noviembre de 615, tras haber servido como sacerdote durante cuarenta años, lo que le otorgó una profunda experiencia y sabiduría al asumir el liderazgo de la Iglesia en tiempos de desafíos y cambios. Su nombre, «Adeodatus», significa «entregado por Dios», y este sentido de entrega se reflejó en su forma de guiar a la comunidad cristiana.

Uno de los aspectos más destacados de su papado fue la introducción del uso del sello papal (bullae) en los documentos pontificios, marcando así una innovación en la formalización de las comunicaciones papales. En su sello, San Adeodato representaba la imagen del Buen Pastor rodeado de sus ovejas, con las letras alfa y omega en el fondo, símbolos de Cristo como principio y fin. Este gesto subrayaba la intención del papa de ser un guía cercano y protector para su comunidad, tal como lo representa la figura del Buen Pastor en la tradición cristiana.

San Adeodato también fue conocido por su fama de taumaturgo, un título que hace referencia a su capacidad de obrar milagros. La tradición cuenta que el papa tenía la capacidad de sanar diversas enfermedades mediante un acto tan sencillo como apoyar sus labios en las heridas de los enfermos. Este don de sanación le ganó un gran respeto y devoción entre los fieles de su tiempo, quienes veían en él un verdadero reflejo de la compasión de Cristo. Fue canonizado por la Iglesia católica, y su fiesta se celebra cada 8 de noviembre, invitando a los creyentes a recordar su vida de servicio y entrega a Dios y a los más necesitados.

San Godofredo de Amiens

San Godofredo de Amiens, conocido en francés como Geoffroy d’Amiens, nació en el año 1066 en Moulincourt, dentro de la diócesis de Soissons, Francia. Provenía de una familia noble, siendo el tercer hijo de la misma. Desde muy joven, su destino quedó marcado por la fe, ya que su tío, el obispo de Soissons, lo envió a un monasterio cercano a Péronne para recibir una sólida educación religiosa. Esta formación monástica sentó las bases de su vida dedicada a la Iglesia y a la espiritualidad.

A la edad de 25 años, San Godofredo fue ordenado sacerdote por el obispo de Noyon y poco después fue nombrado abad de la abadía de Nogent-sous-Coucy, una comunidad que atravesaba un período de decadencia. Con gran empeño, se dedicó a restaurar tanto la disciplina espiritual como las condiciones materiales del convento, revitalizando la vida monástica y devolviendo la estabilidad a la abadía. Su arduo trabajo y dedicación llamaron la atención del arzobispo de Reims, quien quiso confiarle la abadía de Saint Rémi, una posición de mayor prestigio. Sin embargo, Godofredo, fiel a su vocación y compromiso con los más humildes, rechazó la oferta con la célebre frase: «Dios me prohíbe abandonar a una esposa pobre por una rica».

En el año 1104, San Godofredo fue nombrado obispo de Amiens. Su labor en la diócesis no fue sencilla, ya que se encontró con una fuerte oposición por parte de la nobleza y la burguesía de la ciudad. San Godofredo no dudó en criticar a estos sectores por su indiferencia hacia los más pobres, abogando siempre por una mayor justicia social y por la mejora de las relaciones entre los diferentes estamentos. Durante su episcopado, vivió la revuelta de los campesinos contra los señores feudales y, ante la creciente amenaza de una guerra civil, decidió retirarse temporalmente al monasterio de la Gran Cartuja (Grande Chartreuse) para llevar una vida de oración y penitencia.

A pesar de su deseo de permanecer en el retiro monástico, en 1115 fue llamado de nuevo por los habitantes de Amiens, quienes solicitaban su regreso a la diócesis. Aunque los problemas y las tensiones persistían, Godofredo continuó su labor pastoral con el mismo compromiso. Sin embargo, la fatiga y las preocupaciones terminaron afectando su salud. Finalmente, se retiró a la abadía de Saint-Crépin, en Soissons, donde falleció el 8 de noviembre de 1115.

San Wilehado de Brema

San Wilehado, conocido como el «Apóstol de los Sajones», nació en Inglaterra en el siglo VIII y fue un fervoroso misionero que dedicó su vida a la evangelización de los pueblos sajones en la región de Alemania. A mediados del siglo VIII, fue enviado por el rey Carlomagno a la zona de Frisia y Sajonia, donde trabajó arduamente para llevar la fe cristiana a una población que aún se aferraba a las antiguas creencias paganas.

La misión de San Wilehado no fue sencilla, ya que enfrentó numerosas persecuciones y resistencias por parte de las comunidades locales. Sin embargo, su determinación y su fe le permitieron establecer sólidas bases cristianas en la región de Bremen, donde fundó la primera iglesia y contribuyó a la organización de la diócesis. Fue consagrado como el primer obispo de Bremen en el año 787, y desde allí continuó su labor evangelizadora, sembrando la fe en los corazones de muchos.

San Wilehado falleció el 8 de noviembre del año 789 y su legado como misionero se extendió más allá de su tiempo. Su vida es un ejemplo de valentía y compromiso con la misión apostólica, y su celebración invita a los fieles a recordar la importancia de la evangelización y el testimonio de la fe en cada época.

Otros santos que se celebran el 8 de noviembre

Junto a los mencionados, el 8 de noviembre se celebra también a estos otros santos: