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Qué fue de Roberto Álvarez, el padre de ‘Ana y los 7’: así es su vida ahora 20 años después

Roberto Álvarez tiene 69 años y ha dedicado su vida a la interpretación

El actor se hizo muy popular gracias a su papel con Ana Obregón

Ha participado en otros proyectos destacados que consolidan su buena reputación

Han pasado más de 20 años desde que Roberto Álvarez conquistara a millones de espectadores en España con su papel de Fernando Hidalgo, el elegante y serio banquero viudo que, inesperadamente, termina compartiendo su vida con Ana, una niñera de pasado inesperado y corazón gigante. Ana y los 7, la serie ideada y protagonizada por Ana Obregón, se convirtió en un auténtico fenómeno de masas a principios de los 2000 y su reparto pasó a formar parte del imaginario televisivo de toda una generación. Pero mientras la ficción quedó en la memoria de los espectadores, sus protagonistas siguieron adelante con sus respectivas trayectorias. En el caso de Álvarez, su carrera dio un impulso que merece ser comentado.

Tras despedirse del papel que le dio fama, Roberto Álvarez continuó sumando títulos a su filmografía. Aunque muchos lo recuerdan con cariño por aquel padre de familia numerosa que terminaba enamorándose de una bailarina, su perfil artístico ha demostrado ser mucho más amplio. Participó en numerosas series de televisión como Hospital Central, Cuéntame cómo pasó o Servir y proteger, donde interpretó al doctor Antonio Torres durante varias temporadas.

Roberto Álvarez en ‘Hospital Central). (Foto: Gtres)

En paralelo a su trabajo en televisión, siguió cultivando su relación con el cine. Títulos como Entre las piernas, Juana la Loca o La flor de mi secreto, donde trabajó a las órdenes de Pedro Almodóvar, le permitieron explorar diferentes registros interpretativos. Siempre con una elegancia sobria y una capacidad para dotar de profundidad a sus personajes, Álvarez se ha ganado el respeto tanto del público como de sus compañeros de profesión.

La nueva vida de Roberto Álvarez

Ha sido el teatro el ámbito donde más se ha volcado en los últimos años. Lejos de buscar la inmediatez y visibilidad que proporcionan los medios audiovisuales, Álvarez ha optado por proyectos teatrales exigentes, tanto a nivel técnico como emocional. Uno de los más aplaudidos ha sido Equus, una intensa obra del británico Peter Shaffer que el propio actor decidió producir y llevar a escena. En ella, interpreta a un psiquiatra enfrentado a la complejidad de la mente humana tras un impactante caso de violencia animal. La historia, cargada de simbolismo y preguntas existenciales, no dejó indiferente a nadie.

Esta producción, que también se representó en su Gijón natal, fue recibida con entusiasmo por crítica y público. Supuso para él un punto de inflexión no solo como intérprete, sino también como creador. Y es que más allá de su trabajo actoral, Álvarez ha apostado en los últimos tiempos por asumir el rol de productor, buscando así tener mayor control sobre los proyectos que impulsa y garantizar que cada historia contenga un mensaje que trascienda.

A diferencia de otros rostros populares de su generación, Roberto Álvarez ha sabido mantener su vida privada lejos del ruido mediático. Nacido el 13 de mayo de 1956 en Gijón, lleva muchos años compartiendo su vida con la actriz Marta Molina. Juntos han formado una familia con dos hijos, Samuel y Olivia, y han optado por una existencia alejada de los platós fuera del trabajo. El matrimonio reside alejado del centro de la atención pública y valora la tranquilidad que les proporciona esa decisión.

Esa elección también se refleja en su forma de entender el oficio. Nunca ha buscado el estrellato ni ha protagonizado titulares por motivos ajenos a lo profesional. Más bien al contrario, ha centrado todos sus esfuerzos en elegir proyectos que le permitan crecer como actor y, al mismo tiempo, conectar con el espectador de manera honesta. Para él, el arte es una forma de diálogo y el teatro su medio predilecto para establecer ese vínculo sin interferencias.

El reencuentro de ‘Ana y la siete’

En febrero de 2023, el actor se reunió con parte del elenco de Ana y los 7 en un reencuentro cargado de emociones. Las imágenes de aquel momento circularon por las redes sociales y despertaron la nostalgia de todos aquellos que crecieron con la serie. Aunque los años han pasado, el cariño por aquella etapa sigue intacto tanto en los seguidores como en sus protagonistas. Roberto Álvarez, lejos de renegar de aquel personaje que le dio popularidad masiva, lo recuerda con afecto. Fue, sin duda, un momento clave en su carrera, aunque no ha permitido que lo definiera.

Ese tipo de eventos sirve también para recordar la importancia que tuvo Ana y los 7 en la industria audiovisual. Tal y como hemos explicado, la serie rompió moldes en su época. Y aunque fue muy criticada por algunos sectores, lo cierto es que su impacto fue innegable. Roberto Álvarez, en ese contexto, supo equilibrar su personaje con naturalidad, aportando seriedad y carisma a un rol que exigía tanto autoridad como ternura.

A medida que pasan los años, continúa trabajando en nuevos proyectos, con la misma ilusión que lo llevó en su juventud a dejar Asturias para probar suerte en el teatro. La vocación que lo impulsó entonces no ha disminuido. Más bien ha encontrado nuevas formas de expresarse y de aportar valor a un mundo artístico que necesita de referentes como él: sólidos, constantes y muy humanos.