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Ni la comida ni el tiempo: esto es lo que más ha sorprendido a Richard Gere de vivir en España

Richard Gere ha estado una temporada viviendo en La Moraleja (Madrid)

El artista y su mujer han decidido regresar a Estados Unidos de forma defintiva

Gere guarda muy buen recuerdo de España y cree que "la gente es muy alegre"

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Tras un año instalado en Madrid junto a Alejandra Silva y sus hijos, Richard Gere ha regresado definitivamente a Estados Unidos, pero la etapa que ha pasado en España ha dejado una huella tan profunda que, según reconoce, sigue condicionando su manera de ver el mundo.

El actor ha descubierto una forma de vivir que lo obligó a frenar, a observar y a replantearse prioridades, algo que en su país había dejado de ser posible por el ritmo acelerado que domina su día a día. Aunque su vuelta a Norteamérica responde a compromisos profesionales y personales, ha explicado que su vínculo emocional con España permanece intacto, hasta el punto de afirmar que seguirá viajando con frecuencia porque considera que el país le ha ofrecido un equilibrio que desconocía. Ese tiempo de calma, lejos del ruido de Hollywood, le permitió conectar con su familia y comprobar que existen lugares donde las relaciones humanas siguen siendo el centro de todo.

Esto es lo que ha enamorado a Richard Gere

Durante su estancia, Gere se sorprendió de que los aspectos que más le impactaron no fueron los que habitualmente admiran los visitantes, sino detalles cotidianos que revelan una forma distinta de entender la convivencia. Señala que en España la gente se toma el tiempo necesario para hablar, escuchar y compartir, algo que contrasta con la velocidad que rige la vida en Estados Unidos, donde cada minuto parece estar programado de antemano.

Richard Gere y Alejandra Silva posando. (Foto: Gtres)

El actor piensa que esa diferencia cultural se percibe tanto en la vida familiar como en la interacción con desconocidos, ya que la calidez con la que fue recibido le permitió integrarse con naturalidad. Para él, vivir en Madrid supuso un paréntesis que le dio espacio para observar que las sociedades pueden organizarse de manera más humana, sin que todo gire únicamente en torno a la productividad o al éxito individual.

La gastronomía fue otro de los elementos que mayor impresión causó en Gere, quien la comparó con la italiana por su carácter mediterráneo, pero destacó que en España encontró una actitud distinta ante la comida. Subrayó que no se trata solo de ingredientes o recetas, sino del ritual que acompaña a cada comida, desde una conversación prolongada hasta la costumbre de compartir platos y estirar el tiempo en compañía.

Esta manera de vivir, más pausada y más centrada en el presente, le permitió ver con claridad lo diferente que es la cultura estadounidense, donde, según él, la prisa se adueña incluso de los momentos destinados al descanso. Al recordar estos contrastes, explicó que en España descubrió el valor de disfrutar de las pequeñas cosas, una filosofía que asegura haber intentado trasladar a su vida tras la vuelta a su país.

La relación de Gere con España

Aunque su etapa española haya concluido, Gere insiste en que su vínculo con España continúa siendo sólido, alimentado no sólo por su relación con Alejandra Silva y la familia que han formado, sino por el afecto genuino que ha desarrollado hacia las gentes y tradiciones del país. Considera que fue precisamente esa conexión emocional la que le hizo sentir que pertenecía a un lugar que no era el suyo, y que ese sentimiento perdurará pese a la distancia.

En varias ocasiones ha comentado que se imagina regresando con frecuencia, ya que España representa para él un refugio donde todo adquiere una perspectiva distinta. Incluso después de haber retomado su vida en Estados Unidos, admite que echa de menos la espontaneidad de la gente, la cercanía con la que se construyen las relaciones y una felicidad que, según él, es difícil de encontrar en otras culturas.

Entre los recuerdos más significativos de su estancia, Gere destaca la vida en Galicia, donde pasó largas temporadas junto a su familia y donde encontró un ritmo de vida que contrasta radicalmente con el de Hollywood. La convivencia con sus vecinos, las celebraciones locales y la manera en que la comunidad se organiza para compartir momentos hicieron que desarrollara un apego especial a la región. El entorno natural, la calma del día a día y la posibilidad de desconectar de la presión mediática le permitieron ver crecer a sus hijos en un ambiente más humano, alejado del foco habitual que tienen las figuras públicas en Estados Unidos.

Los hijos de Richard Gere

Su experiencia española también le brindó algo que no esperaba: la oportunidad de criar a sus hijos en un entorno donde podían caminar sin ser reconocidos constantemente, jugar sin interrupciones y relacionarse sin que el apellido Gere condicionara sus interacciones. Para el actor, esa sensación de libertad fue uno de los mayores regalos que le ofreció su estancia en España.

Aunque ahora la familia haya retomado su rutina al otro lado del Atlántico, asegura que la forma de vivir que encontró en España seguirá influyendo en sus decisiones y en su manera de entender el tiempo en familia. Con la serenidad de quien ha encontrado un lugar que lo marcó profundamente, Gere afirma que España se ha convertido en un destino que siempre tendrá un significado especial en su vida, un espacio al que volverá cada vez que necesite reencontrarse consigo mismo.