La fiscal mantiene la petición de 48 años para Sergio Morate por el doble crimen de Cuenca

Sergio Morate
Sergio Morate y sus dos presuntas víctimas, Marina Okarinska y Laura del Hoyo. (Foto: Ministerio del Interior)

La fiscal Cristina Moruno ha mantenido la petición de que Sergio Morate sea condenado a 48 años de prisión, como autor de dos delitos de asesinato, en el juicio con tribunal del jurado que se sigue en la Audiencia Provincia de Cuenca por la muerte de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, en agosto de 2015.

En su alegato final ante el jurado popular, la fiscal ha mantenido su petición inicial de condena para Morate, al considerar que en la vista ha quedado probado que había premeditado asesinar a su expareja Marina Ocarinska y que asesinó a Laura del Hoyo para evitar ser descubierto.

Por ello, ha pedido que sea condenado a 25 años de cárcel por el asesinato de Marina, al concurrir las circunstancias agravantes de parentesco y de cometer el delito por razones de género, y a 23 años por el de Laura del Hoyo, en este caso porque concurre la circunstancia agravante de abuso de autoridad.

También ha mantenido su petición de que el encausado indemnice a las familias de las dos jóvenes asesinadas con 540.000 euros.

Más de hora y media de alegato

A lo largo de su alegato, que ha durado más de una hora y media, Moruno ha argumentado que en el caso de Marina el crimen fue planeado y cometido con alevosía, mientras que a Laura la mató para «no dejar testigos» y «seguir con su vida».

Asimismo, ha defendido que la autoría de Morate queda acreditada con la aparición de una botella de agua de Lourdes con su ADN junto a la fosa en la que aparecieron los cadáveres en la localidad de Palomera, a unos 10 kilómetros de Cuenca.

La representante del ministerio público ha subrayado que Morate y Marina Okarinska mantuvieron una relación de pareja sostenida en el tiempo y que incluyó dos años de convivencia, lo que permite aplicar una circunstancia agravante, además de estar marcada por el control y la «falta de respeto» hacia su exnovia.

Y ha sostenido que el acusado no asumió la ruptura de su relación en febrero de 2015 y que premeditó el crimen en el verano de ese año, como lo demuestra que se hizo con cal, bridas, bolsas de basura y otros elementos que aparecieron en su piso.

Además, ha apuntado que este mismo escenario ya fue utilizado por el procesado «para cometer actos delictivos», en alusión a una condena anterior de Morate por detención ilegal.

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