Así es por dentro el impresionante palacete de Jordi Hurtado en Barcelona

La noticia de hoy os va a dejar sin palabras. En las afueras de Barcelona, rodeado de árboles y con vistas despejadas al pulmón verde de Collserola, se alza una vivienda que podría pasar desapercibida para cualquiera que desconozca su singularidad. En ese entorno privilegiado, donde la tranquilidad sustituye al ritmo vertiginoso de la ciudad, Jordi Hurtado ha construido junto a su mujer un refugio familiar que refleja su carácter discreto y su forma de entender la vida lejos de los focos.

Molins de Rei, a escasos kilómetros de la capital catalana, ha sido durante más de veinte años el lugar elegido por el veterano presentador para establecer su residencia. Allí, entre colinas y vegetación autóctona, adquirió en 2003 una amplia propiedad que combina a la perfección el respeto por el entorno natural con una estética moderna y funcional. El edificio, de líneas claras y fachada blanca, recuerda a las construcciones típicas del Mediterráneo y logra integrarse con armonía en el paisaje de montaña.

La parcela en la que se encuentra levantada la vivienda abarca más de 600 metros cuadrados. En su interior, los casi 500 metros construidos se reparten en dos plantas principales que dan forma a un hogar amplio, lleno de luz y diseñado para el confort cotidiano. El uso de grandes ventanales refuerza la sensación de amplitud y conecta los espacios interiores con el entorno exterior, creando una atmósfera de calma y recogimiento.

La decisión de Jordi Hurtado

La decisión de abandonar la ciudad y trasladarse a esta zona más apartada no fue improvisada. Jordi Hurtado y su mujer, Rosa Palau, apostaron por criar a sus hijos en un entorno que ofreciera paz, seguridad y contacto con la naturaleza. En este enclave, sus tres hijos crecieron alejados de la atención pública, protegidos por unos padres que desde el primer momento priorizaron la privacidad y la estabilidad familiar frente a la notoriedad mediática.

El jardín que rodea la casa, cuidadosamente cuidado, es uno de los grandes protagonistas del hogar. Entre rincones pensados para el descanso y zonas de sombra donde la familia comparte sobremesas y momentos de intimidad, también se encuentra una piscina privada que se convierte en el centro de reuniones veraniegas.

La vivienda fue concebida no solo como un espacio para vivir, sino como un lugar donde disfrutar de la convivencia y de los pequeños placeres diarios. Uno de los espacios más especiales es el porche cubierto con vistas a la sierra. Allí, entre conversaciones y tardes tranquilas, la familia encuentra su lugar para desconectar del exterior y conectar consigo misma. Todo en la vivienda está orientado al bienestar, al sosiego y a la creación de recuerdos íntimos lejos del ruido mediático.

Jordi Hurtado lleva una vida discreta

A pesar de su popularidad como rostro de la televisión pública durante más de dos décadas, Jordi Hurtado ha sabido mantener una separación clara entre su vida profesional y su faceta personal. Su mujer, psicóloga de formación, comparte con él la determinación de no exponer públicamente su núcleo familiar. De hecho, pocas veces se ha visto a la familia en eventos públicos, y son escasas las imágenes del interior de su residencia.

Esta elección de vida responde a una filosofía en la que la notoriedad no está reñida con la discreción. La casa en Molins de Rei se ha consolidado así como su bastión personal, un entorno en el que puede ejercer su profesión sin que interfiera en el bienestar de los suyos. La armonía entre modernidad, confort y privacidad ha sido una constante en el diseño de este hogar.

La faceta empresarial de Jordi Hurtado

Aunque su rostro es sinónimo de cultura televisiva gracias al programa Saber y Ganar, el presentador también ha desarrollado paralelamente una faceta empresarial menos conocida. Desde hace más de tres décadas, él y su esposa gestionan juntos una sociedad especializada en servicios vinculados al mundo audiovisual. Misola Producciones S.L., fundada en 1993, se dedica a tareas como el doblaje, la promoción o la exhibición de espectáculos cinematográficos.

Ambos son los únicos administradores de esta compañía, cuyo capital social inicial fue de 3.000 euros, y que a día de hoy posee un activo superior a los 600.000 euros. Esta vertiente empresarial se suma a su trayectoria como presentador, doblador y actor de voz, consolidando una carrera que ha ido más allá del plató, pero siempre con el mismo sello de profesionalidad y constancia.

La residencia de Jordi Hurtado en Molins de Rei encarna una filosofía vital basada en la serenidad, el compromiso familiar y la coherencia entre lo que se muestra y lo que se preserva. Su ubicación permite estar lo suficientemente cerca de Barcelona como para seguir conectado a la actividad profesional, pero también lo bastante alejado como para mantener una vida sin sobresaltos. ¿Cuál será su nuevo éxito en televisión?