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Así es por dentro la impresionante casa de Pedro Piqueras en Madrid: tonos neutros, piano y vistas de ensueño

Pedro Piqueras dejó Mediaset para empezar una vida distinta, pero sigue ligado a los medios

Es uno de los periodistas más reputados de la televisión y vive en una espectacular vivienda madrileña

Piqueras disfruta de una trayectoria discreta y en su residencia puede refugiarse del interés público

Pedro Piqueras ha optado por una vida pausada tras décadas marcadas por la intensidad de la actualidad informativa. Su retiro profesional ha estado acompañado de un cambio de entorno igual de significativo: una vivienda diseñada para convertirse en su refugio personal, situada en una tranquila zona al norte de Madrid. Este cambio de ritmo y de paisaje representa un giro vital que analizaremos a continuación. Su casa, concebida como un espacio íntimo donde la serenidad es protagonista, refleja los valores y gustos personales que el periodista ha cultivado a lo largo de los años.

La construcción fue encargada al arquitecto Otto Médem, especialista en proyectar hogares que se funden con el entorno natural. Siguiendo indicaciones precisas, el diseño logró cumplir con las aspiraciones del propietario: amplitud, funcionalidad, mucha luz y sobre todo conexión con la naturaleza. Esta residencia no es simplemente un espacio donde vivir, también es un entorno que acoge la vida de Piqueras de forma coherente con su personalidad reservada y su afán de sosiego. Ubicada lejos del bullicio urbano, pero a una distancia prudente del centro de la capital, la casa permite disfrutar de las comodidades de la gran ciudad sin renunciar al contacto con la vegetación y el silencio.

Así es la casa de Piqueras por dentro

En su interior, el ambiente está marcado por una estética sobria y contemporánea. Predominan los tonos suaves, con una paleta que transita por los grises, beiges y blancos, creando una atmósfera cálida sin excesos decorativos. Los muebles han sido seleccionados bajo criterios de simplicidad y confort, evitando lo superfluo. El periodista ha optado por un estilo depurado que combina elegancia con funcionalidad. El resultado es un hogar donde cada objeto tiene su lugar y su sentido, alejándose de la ostentación para centrarse en lo esencial.

Uno de los elementos más destacados es el salón de doble altura, estructurado en dos niveles comunicados visualmente a través de una barandilla de cristal. Esta disposición permite aprovechar al máximo la luz natural que entra por los amplios ventanales, al tiempo que diferencia las funciones de cada espacio. En la parte inferior se encuentra una acogedora zona de descanso con sofá y televisión, mientras que en el nivel superior se sitúa un piano, instrumento que revela una de las aficiones menos conocidas de Piqueras.

La música forma parte de su vida personal y es en esta estancia donde puede expresarse libremente al margen de los focos. La colocación del piano en una zona elevada confiere a la sala una dimensión casi escénica, donde la armonía visual va de la mano con la acústica. No es casualidad que este rincón se haya convertido en uno de los más significativos de la vivienda.

La armonía cromática del salón se complementa con la textura de las cortinas grises y una gran alfombra central, elementos que aportan calidez al conjunto. Plantas de interior estratégicamente colocadas introducen un punto natural en la decoración, reforzando el vínculo entre el interior y el paisaje que rodea la casa. La orientación de la vivienda y la amplitud de las cristaleras permiten que la luz cambie con el paso del día, generando diferentes matices en cada estancia.

El despacho y la cocina de Pedro Piqueras

El despacho de Pedro Piqueras. (Foto: Instagram)

Otro de los espacios relevantes es el despacho personal del periodista, una sala que combina funcionalidad y memoria. Allí conserva una colección de libros dispuestos con orden temático, lo que revela un gusto por la organización intelectual. Separados entre sí, se pueden distinguir claramente los volúmenes destinados a la consulta y aquellos de lectura recreativa o reflexiva. Esta sala de trabajo ha sido diseñado para fomentar la concentración, con una iluminación indirecta, una mesa amplia y música de fondo, que a veces se combina con el aroma de incienso, detalle que añade una dimensión sensorial al entorno. En las estanterías también hay espacio para recuerdos personales, entre ellos premios, fotografías y objetos vinculados a su carrera.

La cocina, aunque no ha sido mostrada en detalle al público, ha aparecido en alguna que otra instantánea en redes sociales del propio Piqueras. En una de ellas, compartió una imagen de una paella casera que él mismo preparó, dejando ver una parte de la estancia. Lo que se intuye es una decoración sencilla, con una mesa cubierta con hule gris claro y sillas negras de líneas rectas.

Una vida discreta

Aunque Pedro Piqueras nunca ha sido una figura especialmente mediática en lo personal, esta vivienda habla por él. Cada elección, desde los materiales hasta la disposición de las estancias, transmite una búsqueda de armonía, sosiego y autenticidad. Lejos del ruido y la agitación de los platós, su hogar representa una nueva etapa vital donde lo importante ya no es contar la noticia, sino habitar el momento. Tras años asumiendo la responsabilidad de informar a millones de personas, el periodista ha encontrado en esta casa un lugar donde simplemente puede estar. Allí, entre libros, música, naturaleza y silencio, se dibuja una existencia alejada del vértigo mediático, marcada por una calma elegida y merecida.