Alejandra Rubio y Carlo Costanzia rompen con todo y anuncian un giro que nadie esperaba: ‘Estamos…’

En un giro tan inesperado como valiente, Alejandra Rubio y Carlo Costanzia han decidido apartarse del foco mediático para centrarse en una aventura que dista mucho del glamour de los platós. La pareja acaba de abrir las puertas de su primer negocio juntos: una barbería con estudio de tatuajes integrada, ubicada en uno de los barrios más castizos y auténticos de Madrid, Vallecas.

Lejos de optar por un enclave exclusivo o una estética pretenciosa, Carlo ha apostado por volver a sus orígenes y plantar la semilla de este proyecto en el lugar donde vivía antes de mudarse a Aravaca junto a Alejandra. Bajo el nombre de Brigante’s Barber & Tattoo, el espacio se presenta como una combinación de tradición y vanguardia, con una identidad marcada por el estilo urbano, el arte corporal y el culto al cuidado masculino.

«Ya estamos abiertos. Os esperamos en vuestra nueva casa», escribía Costanzia en su cuenta de Instagram junto a varias imágenes del local, en un mensaje que dejaba entrever la ilusión y el esfuerzo invertidos en este nuevo capítulo de su vida. La reacción de Alejandra no tardó en llegar: una cascada de emoticonos de aplausos y corazones enamorados dejaron clara su emoción por este nuevo comienzo. De esta forma, los enamorados han roto con todo y han tomado una decisión que nadie esperaba.

La nueva vida de Carlo Costanzia

La apertura de la barbería es un paso importante. Vallecas no fue una elección al azar. El actor, hijo de Mar Flores, conoce bien sus calles y quiso que su primera aventura empresarial tuviera una raíz emocional. En ese barrio creció personal y profesionalmente antes de que su historia de amor con Alejandra lo trasladara a otro código postal.

El concepto del negocio va más allá de un simple salón de belleza o un estudio de tatuajes. Se trata de un espacio con personalidad propia, donde cada corte de pelo, cada ritual de barba y cada diseño en la piel cuenta una historia. La estética del lugar mezcla lo industrial con lo artesanal, lo urbano con lo nostálgico, ofreciendo una experiencia inmersiva que ya ha empezado a generar revuelo entre los vecinos.

Carlo Costanzia busca empleados

Los primeros días tras la inauguración han sido una auténtica locura. Tal ha sido el volumen de reservas y la afluencia de clientes, que Carlo se ha visto obligado a lanzar una convocatoria para ampliar su equipo de trabajo.

La convocatoria que Carlo ha lanzado en redes no ha pasado desapercibida. En su mensaje, explica que busca incorporar a su equipo nuevos barberos con experiencia, preferiblemente residentes en la zona, que dominen técnicas variadas como los degradados, el uso de tijera y los rituales de cuidado de barba. Aunque no especifica aún ni el salario ni el número de vacantes disponibles, invita a los interesados a escribirle directamente por mensaje privado para iniciar el proceso de selección.

 

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La intención es formar un equipo motivado, comprometido y con ganas de crecer profesionalmente en un entorno diferente, con identidad y propósito. A través de esta nueva etapa, Carlo quiere demostrar que la fama no está reñida con el trabajo duro, la constancia ni la reinvención personal.

Después de atravesar momentos de inestabilidad, tanto personales como profesionales, ha encontrado en esta barbería una forma de canalizar su creatividad, su disciplina y su lado más empresarial. Alejandra, por su parte, no ha dudado en apoyarlo en cada fase del proceso, acompañándolo tanto en la decoración como en la difusión y, por supuesto, compartiendo el entusiasmo de ver cómo su pareja materializa uno de sus grandes sueños.

La pareja ha estado en Málaga

Antes de la inauguración del local, la pareja aprovechó para desconectar unos días en un destino muy especial para ambos. Alejandra Rubio y Carlo Costanzia viajaron a Málaga durante la Semana Santa, retomando una tradición familiar que significa mucho para la hija de Terelu Campos. Desde que falleció María Teresa Campos, su nieta ha querido mantener viva la costumbre de visitar la ciudad andaluza durante estas fechas tan señaladas.

Este emocional parece haber servido también para reforzar su vínculo como familia. A su regreso, ambos se han volcado con los últimos detalles del negocio, que ya estaba en la recta final para abrir sus puertas al público. El impulso emocional que supuso este viaje cargado de recuerdos y simbología familiar, les dio la fuerza necesaria para encarar este nuevo reto.

El éxito de Brigante’s no solo se mide en citas reservadas o en la lista de espera para tatuarse. También se percibe en la energía con la que Carlo y Alejandra afrontan esta etapa. Los enamorados han decidido que el mejor modo de seguir creciendo es construir algo juntos, lejos del foco mediático. Pero, ¿qué final tendrá esta aventura?