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Vuelve la aspirina: así podría ayudar a disminuir la probabilidad de padecer cáncer

El estudio no abordó los posibles efectos secundarios del uso diario de aspirina, como el riesgo de sangrado

La aspirina parece reducir significativamente el riesgo de cáncer colorrectal en personas con múltiples factores de riesgo

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El uso frecuente de aspirina podría ayudar a disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal en personas con factores de riesgo elevados relacionados con su estilo de vida, según un estudio realizado por investigadores del Mass General Brigham en los Estados Unidos, publicado en la revista JAMA Oncology.

Según Andrew Chan, coautor del estudio y director de Epidemiología en el Mass General Cancer Center, el objetivo fue identificar a las personas que podrían beneficiarse más del uso de aspirina, permitiendo desarrollar estrategias de prevención más personalizadas.

Anteriormente, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos había sugerido el uso diario de aspirina en dosis bajas para prevenir tanto enfermedades cardiovasculares como el cáncer colorrectal en adultos de 50 a 59 años, el grupo con mayor riesgo de esta enfermedad. Sin embargo, en 2016, retiraron esta recomendación parcialmente debido a preocupaciones sobre el riesgo aumentado de sangrado gastrointestinal.

En el estudio, los investigadores analizaron datos de salud de 107,655 participantes en dos estudios a largo plazo: el Estudio de Salud de Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud. Compararon la incidencia de cáncer colorrectal entre quienes tomaban aspirina regularmente y quienes no lo hacían. Se consideraba que alguien usaba aspirina regularmente si tomaba al menos dos tabletas estándar (325 mg) por semana o una aspirina de baja dosis (81 mg) diariamente.

Los participantes fueron seguidos a partir de una edad promedio de 49.4 años. En un período de 10 años, aquellos que usaban aspirina regularmente tenían una incidencia de cáncer colorrectal del 1.98%, en comparación con el 2.95% de quienes no la usaban.

El estudio encontró que el beneficio de la aspirina era más notable en personas con estilos de vida menos saludables. En este grupo, la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal era del 3,4% sin el uso regular de aspirina y del 2,12% con su uso. Por otro lado, en personas con estilos de vida más saludables, las tasas eran similares entre quienes usaban y no usaban aspirina, 1,5% y 1,6% respectivamente.

Esto implica que, en el grupo menos saludable, tratar a 78 personas con aspirina podría evitar un caso de cáncer colorrectal en un plazo de 10 años, mientras que en el grupo más saludable se necesitaría tratar a 909 personas para prevenir un solo caso. Los investigadores evaluaron el estilo de vida basado en factores como el índice de masa corporal, el consumo de tabaco y alcohol, la actividad física y la adherencia a una dieta saludable.

Daniel Sikavi, autor principal del estudio y gastroenterólogo del MGH, señaló que la aspirina parece reducir significativamente el riesgo de cáncer colorrectal en personas con múltiples factores de riesgo. En aquellos con un estilo de vida más saludable, el beneficio sigue siendo evidente, aunque menos pronunciado.

El estudio sugiere que los médicos podrían considerar con más seriedad recomendar aspirina a pacientes con estilos de vida menos saludables, indicó Long H. Nguyen, coautor del estudio y médico investigador en el MGH.

Estudios anteriores sugieren que la aspirina podría reducir la producción de prostaglandinas, proteínas proinflamatorias que pueden promover el desarrollo del cáncer. Además, la aspirina podría bloquear rutas de señalización que permiten el crecimiento descontrolado de células, influir en la respuesta inmune contra células cancerosas y evitar la formación de vasos sanguíneos que alimentan a las células tumorales. Chan explicó que es probable que la aspirina prevenga el cáncer colorrectal a través de múltiples mecanismos.

El estudio no abordó los posibles efectos secundarios del uso diario de aspirina, como el riesgo de sangrado, y aunque intentó controlar una variedad de factores de riesgo, como era un estudio observacional, pueden haber influido otros factores no considerados en los resultados.