Seis claves para mantener nuestro cuerpo en equilibrio este verano

Durante el verano, nuestros hábitos alimenticios se pueden relajar debido a las diferentes actividades que realizamos y a la naturaleza misma del tiempo de vacaciones. Las salidas frecuentes, las comidas al aire libre y la disponibilidad de alimentos más indulgentes pueden desviarnos de nuestras rutinas habituales de alimentación. Sin embargo, en contraste, el calor puede influir en nuestros niveles de energía y apetito, haciendo que prefiramos alimentos más ligeros y refrescantes. Es decir que, es posible encontrar un balance saludable en esta temporada. 

«Una alimentación que siga el objetivo de un peso saludable se recomienda que considere el consumo de 5 comidas al día, distribuidas en diferentes tomas (espaciadas cada 3-4 horas). Durante las vacaciones, cuando no seguimos un horario o una rutina cotidiana esto puede costar más, sin embargo, es importante, pues ayuda a repartir mejor los nutrientes a lo largo del día, controlar la sensación de apetito y la ansiedad por comer», explica a OKSALUD Sofia Burlando, dietista y experta en nutrición de PronoKal.

«Nuestra recomendación por excelencia durante el verano es la de consumir frutas y verduras de temporada, como el melón, la sandía, el melocotón o verduras como el tomate y el pepino. Estos alimentos están en su mejor momento para consumir y están llenos de vitaminas, minerales y nutrientes, importantes para el buen funcionamiento del organismo. Cuanto más variado sea el consumo de frutas y verduras, mejor, ya que cada color aporta nutrientes diferentes y esenciales», añade la experta.

Claves para el verano

Así, desde PronoKal nos comparten algunos consejos para hacer frente al verano y mantener una dieta equilibrada y saludable que nos permita disfrutar la temporada y seguir una correcta alimentación:

1. 1. 1. Elige comidas frescas y ligeras: Además de que son deliciosas y te ayudan a combatir el calor, son beneficiosas para mantener un peso saludable.
      2. Escoge lo que comerás antes de entrar al restaurante: Mentalízate en buscar una opción buena para ti, por ejemplo, combinar una proteína con verduras, y al momento de revisar la carta, ir directamente por esto. A veces, las tantas opciones nos la pueden jugar y tentarnos a salirnos de los hábitos saludables.
      3. ¡Hidrátate!: Además de combatir el calor, la hidratación es indispensable para el buen funcionamiento del organismo. Puedes hidratarte no solo con agua, sino también con sopas o caldos frescos, infusiones frías… Esto te ayudará a conseguir beber los 2-2,5 litros al día que tu cuerpo necesita.
      4. Busca alternativas al consumo de alcohol: Disminuir o evitar el consumo de bebidas alcohólicas puede marcar una gran diferencia en tu objetivo de salud, y para esto es clave la creatividad. Hasta un vaso de agua se puede hacer más divertido sirviéndolo en una copa con hielo, limón y menta.
      5. Selecciona alternativas saludables para los antojos dulces: Tus mejores aliados serán los smoothies, granizados, batidos o los helados de yogur combinados con frutas; son igual de refrescantes que un helado, pero tienen menos calorías, utilizan azúcares naturales y son más saludables y ricos en nutrientes.
      6. Y recuerda, ¡muévete!: Aprovecha las vacaciones para seguir ejercitándote. La playa, ir en bicicleta, hacer excursiones o inclusive bailar un poco te mantendrán en forma.

«En el equilibrio está la clave. Puedes disfrutar del verano sin olvidar tu objetivo de bienestar. Muchas veces asociamos pasarlo bien con comer y beber, pero es un ejercicio interesante de consciencia el encontrar placer en otras cosas, como compartir con seres queridos y disfrutar del entorno. Al final, es un asunto de voluntad y de tener la salud como prioridad», concluye Burlando.