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¿En qué consiste la maldición o síndrome de Ondina?

Dicha afección recibe también el nombre de síndrome de hipoventilación central congénita

En la mitología germánica, Ondina ha ocupado siempre un lugar privilegiado entre los más supersticiosos. Esta ninfa del agua destaca por su increíble belleza e inmortalidad, pilares de una felicidad únicamente amenazada por el amor de un mortal y la maternidad. Un día, Ondina conoció a un audaz caballero con quien contrajo matrimonio. «Que cada aliento que dé mientras estoy despierto sea mi compromiso de amor y fidelidad hacia ti», pronunció el esposo durante sus votos.

Un año después, la ninfa dio a luz a su primer hijo, activando esa temida mortalidad y perdiendo el interés de su enamorado. Cuando Ondina confirmó la infidelidad de su marido, este cayó bajo el influjo de una terrible maldición. Cómo bien dijo el día de su boda, solo sería capaz de respirar mientras se mantuviera despierto. Una condena a la que fue sometido para siempre.

¿Qué es la enfermedad de Ondina?

Esta enfermedad ya es visible en los primeros meses de vida.

Cómo todo relato mitológico, la historia de Ondina es pura fantasía. Todo lo contrario que la extraña afección a la que da nombre: la enfermedad de Ondina o síndrome de hipoventilación central congénita. Este diagnóstico hace referencia a una serie de fallos en el sistema nervioso central, que afectan finalmente al control autonómico de la respiración. Es decir, los pacientes que sufren dicho trastorno no pueden respirar mientras duermen, aunque sus pulmones y vías respiratorias estén en buen estado.

Los pacientes deben recurrir a un sistema de respiración asistida.

No todos los casos desembocan en este terrible e inesperado desenlace, a veces el individuo simplemente carece de un sueño reparador. Sin embargo, en los cuadros de gravedad se ven obligados a dormir con un dispositivo de respiración asistida, o de ventilación, durante toda la noche.

Esto se debe a que los receptores químicos no reciben esa señal de alarma que indica el descenso de los niveles de oxígeno o el aumento de dióxido de carbono en la sangre. Un trastorno genético provocado por la mutación en un gen localizado del cromosoma 4.

Un paciente entre 15.000

Muy pocos sobreviven a los tres primeros meses de la enfermedad.

Tal es su peculiaridad que hasta hace una década tan solo 200 casos habían sido certificados. Actualmente, una persona entre 15.000 sufre tal afección en Estados Unidos. Esta extraña naturaleza ha impedido que la comunidad médica desarrolle un tratamiento eficaz para hacer la vida más fácil a los afectados. Se trata de un proceso agotador que acaba con muchos de los enfermos durante los primeros meses de la enfermedad. Lamentablemente, el síndrome de Ondina no tiene cura, agravando aún más la situación.