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Odontología preventiva: ¿en qué consiste y para qué se utiliza?

Si bien los seres humanos hemos sido conscientes durante mucho tiempo acerca de la importancia de prevenir en materia de salud, desde hace sólo unos pocos años estamos al tanto de los muchos beneficios que tiene la salud dental. Nos centramos en conocer la odontología preventiva.

Son una serie de controles relacionados con el bienestar bucodental, que tienen como objetivo poder detectar las posibles anomalías, tanto de las piezas dentales como de las encías, el paladar, etc.

De hecho, los profesionales insisten con la importancia de la prevención y el realizar consultas cuando no existen problemas aparentes, y hasta hay una rama de la odontología que se especializa en descubrir esos pequeños indicios que podrían estar alertando de inconvenientes a medio y a largo plazo.

Qué es la odontología preventiva

Es prever antes de que suceda algún problema. Como ir al menos una vez por año a ver al dentista porque sólo así nos podemos quedar tranquilos de que está todo controlado, y que no vamos a sorprendernos con algún diagnóstico alarmista cuando el daño en salud o estética es irreversible.

La odontología preventiva propone llevar a cabo toda una serie de maniobras que evitarán que surjan los trastornos más comunes a nivel bucodental, como las caries, el sarro y/o la pérdida de piezas.

Por tanto, aunque pueda parecernos que desperdiciamos dinero al someternos a diversos estudios cuando aparentemente todo está bien, en realidad invertimos y ahorramos grandes cantidades evitando que, para el momento en que nos enteremos del problema, sea demasiado tarde.

Tipos de odontología preventiva

Sus acciones preventivas se clasifican de diferentes formas, según lo temprano que se vea la enfermedad o problema bucal:

Primaria: es lo ideal, porque se desarrollan tareas preventivas tempranas, en individuos que no muestran síntomas de los problemas que saldrán en el futuro, conservando la cavidad bucodental en perfecto estado, sin sufrir las consecuencias de haber descuidado su boca.

Secundaria: si no se ha dado una odontología preventiva primaria, o si ésta ha fallado, será indispensable identificar las causas de ese agravamiento de la situación, interviniendo ya más profundamente para detener el avance de la afección sin que llegue a ser visible.

Terciaria: en estas circunstancias la enfermedad ya está declarada, el deterioro estético es fácilmente notorio, y las labores de prevención se centran sobre todo en la salud, aunque evidentemente trabajando además en el aspecto de las piezas dentales, las encías y otros.