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Mieloma múltiple, ¿conoces este tumor del sistema linfático?

El mieloma múltiple es una enfermedad hematológica maligna y crónica caracterizada por una proliferación de células plasmáticas en la médula ósea.

El mieloma múltiple es una enfermedad hematológica maligna y crónica caracterizada por una proliferación de células plasmáticas en la médula ósea. Según informa la Asociación Española Contra el Cáncer, estas células producen habitualmente anticuerpos, o fragmentos de anticuerpos, que aparecen en la sangre, en la orina o en ambos lugares, así como otras sustancias que debilitan los huesos.

Además de ser monoclonales, las células crecen de un modo desordenado como corresponde a su naturaleza cancerosa. Veamos más datos del mieloma múltiple.

Algunos datos de esta enfermedad

El mieloma múltiple supone el 10% de las neoplasias de la médula ósea. La edad media en el momento del diagnóstico es de 65 años y menos del 15% de los casos se dan por debajo de los 50 años. La AECC determina que se diagnostican cada año 3-5 casos por cada 100.000 habitantes y no hay grandes diferencias entre sexos.

Según la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, en Europa, se diagnostican aproximadamente 40 nuevos casos de mieloma múltiple cada millón de habitantes y año. El mieloma aparece característicamente en gente mayor, más de la mitad de los pacientes se diagnostican más allá de los 65 o 70 años, aunque puede afectar también a adultos jóvenes.

No existe ningún factor conocido que sea causa directa de la aparición del mieloma múltiple. Factores que aumentan el riesgo de otras neoplasias como las radiaciones, los virus, el tabaco o el alcohol no parece que tengan ninguna relación con esta enfermedad.

Principales síntomas

Como señala la AECC, el diagnóstico del mieloma múltiple puede surgir casualmente, por tener anemia durante la realización de un análisis de sangre o un componente monoclonal en los análisis de sangre o de orina.

Pero a veces las personas que padecen esta enfermedad se mantienen asintomáticas durante varios meses o años y precisan sólo control clínico periódico. Otras tienen otros síntomas como cansancio, dolores óseos, infecciones de repetición, etc.

Revisiones obligadas

Tras el tratamiento, las revisiones son importante, de modo que deben hacerse análisis periódicos de sangre y orina. Así, la vigilancia debe ser sencilla pero muy larga, por lo que la colaboración del médico de atención primaria es en estas circunstancias muy importante.