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La microbiota de los bebés activa las células de insulina y reduce el riesgo de diabetes en un 85%

La investigación demuestra que el microbioma intestinal influye profundamente en el desarrollo de las células beta pancreáticas

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Los microbios intestinales durante los primeros años de vida juegan un papel determinante en la formación de las células productoras de insulina y, por tanto, en el riesgo de desarrollar diabetes. En un reciente estudio con ratones, publicado en la revista Science, investigadores han identificado a la levadura Candida dubliniensis como un agente con potentes efectos protectores frente a esta enfermedad.

La investigación demuestra que el microbioma intestinal influye profundamente en el desarrollo de las células beta pancreáticas —responsables de la producción de insulina— en una ventana crítica durante la infancia. Esta influencia tiene consecuencias a largo plazo sobre el metabolismo y la regulación de la glucosa en sangre.

En concreto, los científicos observaron que ratones tratados con antibióticos de amplio espectro poco después del nacimiento presentaban una disminución significativa en el número de células beta. Como resultado, en la edad adulta estos animales mostraban niveles elevados de glucemia y una menor capacidad para producir insulina.

«Esto me impactó y me dio un poco de miedo», reconoce la Dra. June Round, profesora de Patología en University of Utah Health y coautora principal del estudio. «Demostró lo crucial que es la microbiota durante ese breve y temprano período del desarrollo».

Restaurar funciones metabólicas

El estudio abre la puerta a nuevas estrategias preventivas frente a la diabetes tipo 1, basadas en la modulación del microbioma durante los primeros años de vida. Además, plantea la posibilidad de restaurar funciones metabólicas en etapas posteriores al promover el crecimiento y reparación del tejido pancreático mediante la introducción controlada de microbios beneficiosos.

Al experimentar con distintos antibióticos que eliminan tipos específicos de microbios, los investigadores identificaron varias especies que aumentaban significativamente tanto el tejido pancreático productor de insulina como los niveles de esta hormona en sangre. Uno de los hallazgos más sorprendentes fue el papel de Candida dubliniensis, un hongo poco estudiado, ausente en adultos sanos, pero que podría ser más frecuente en bebés.

De forma especialmente llamativa, la exposición temprana a C. dubliniensis redujo de manera drástica el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 en ratones genéticamente predispuestos. En los ensayos, el 90 % de los ratones macho colonizados por un microbio metabólicamente «neutro» desarrollaron diabetes. En cambio, entre los que fueron colonizados por C. dubliniensis, la incidencia de la enfermedad cayó por debajo del 15 %.

Recuperación del páncreas

Además, los investigadores observaron que este hongo podría contribuir incluso a la recuperación del páncreas tras un daño severo. En ratones adultos a los que se les habían eliminado artificialmente las células productoras de insulina, la introducción del hongo permitió su regeneración parcial y una notable mejora en la función metabólica. Este hallazgo es especialmente relevante, ya que este tipo de células rara vez se regeneran en la edad adulta.

«En un futuro lejano, señales como estas podrían aprovecharse no solo como herramienta preventiva, sino también como terapia en etapas posteriores de la vida», afirma Jennifer Hill, PhD, primera autora del estudio, quien dirigió la investigación como científica postdoctoral en el laboratorio de June Round, profesora adjunta de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo en la Universidad de Colorado en Boulder.

Si los beneficios observados en ratones se replican en humanos, las moléculas derivadas de ciertos microbios podrían llegar a utilizarse para restaurar la función pancreática en personas con diabetes. No obstante, Hill advierte que, históricamente, los tratamientos capaces de regenerar células beta en ratones no han mostrado la misma eficacia en humanos.

Un impulso inmunológico clave

C. dubliniensis parece estimular la producción de insulina a través de su influencia en el sistema inmunitario. Estudios previos ya habían sugerido que ciertas células inmunes del páncreas pueden facilitar el desarrollo de las células beta vecinas, responsables de producir insulina. En este estudio, los investigadores observaron que los ratones sin microbioma presentaban una menor cantidad de células inmunes en el páncreas, lo que se traducía en una función metabólica deteriorada en la edad adulta.

Cuando estos ratones reciben una dosis de refuerzo de C. dubliniensis en etapas tempranas de su vida, tanto sus células inmunitarias pancreáticas como su función metabólica se normalizan. Además, C. dubliniensis solo puede promover el crecimiento de células productoras de insulina en ratones con macrófagos, lo que demuestra que el hongo promueve la salud metabólica al afectar el sistema inmunitario.