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Existe una pauta nutricional para mejorar la fertilidad

La obesidad, el bajo peso y déficits nutricionales son factores que afectan directamente a la capacidad reproductiva

Cada vez hay más evidencia científica que respalda la relación entre alimentación y fertilidad. La nutrición es un factor determinante en múltiples procesos fisiológicos, y el ámbito reproductivo no es una excepción. Existen pautas nutricionales que pueden favorecer el proceso reproductivo, si bien es necesario abordarlas con matices y bajo una visión integral, señala Belén Fontán Calvo, nutricionista del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo.

Impacto del peso corporal en la fertilidad

Tanto el exceso como la carencia de peso pueden afectar negativamente la fertilidad. En las mujeres, la obesidad se asocia con alteraciones ovulatorias, ciclos menstruales irregulares y una menor tasa de éxito en tratamientos de reproducción asistida. Además, existe una relación directa entre el exceso de grasa corporal y el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico (SOP), una de las causas más frecuentes de infertilidad femenina. 

Por otro lado, el bajo peso corporal también puede interferir con la función ovárica. La insuficiencia de grasa impide la producción adecuada de hormonas, lo que puede generar retrasos en la menarquia o amenorrea prolongada. 

En el caso de los hombres, la obesidad impacta directamente en la calidad seminal: disminuye la concentración y movilidad de los espermatozoides, reduce el volumen del semen y altera los niveles hormonales. El aumento del tejido adiposo también eleva la temperatura testicular, lo cual puede afectar la espermatogénesis. 

Nutrientes que favorecen la función reproductiva

Una nutrición adecuada no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que proporciona micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del sistema reproductor: 

Pautas dietéticas para mejorar la fertilidad

Para apoyar la salud reproductiva a través de la alimentación, los especialistas recomiendan: 

Una alimentación adecuada no garantiza el embarazo, pero sí puede mejorar notablemente las condiciones metabólicas y hormonales necesarias para que ocurra. Adoptar una dieta equilibrada no solo influye en la fertilidad, sino que también contribuye a crear un entorno propicio para un embarazo saludable y un bienestar general duradero.