Drogas y salud

Un estudio enciende las alarmas: el consumo de cannabis podría disparar hasta cuatro veces el riesgo de diabetes tipo 2

Resulta necesario concienciar y analizar los efectos reales del cannabis sobre la salud

La creciente aceptación del cannabis exige un mayor control de sus riesgos metabólicos

En el caso de las personas con diabetes, esto puede ser especialmente peligroso

Un estudio enciende las alarmas: el consumo de cannabis podría disparar hasta cuatro veces el riesgo de diabetes tipo 2

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El consumo de cannabis se ha convertido en una práctica cada vez más extendida entre jóvenes y adultos. Una de las razones se debe a que su legalización avanza en distintos países y, además, hay un cambio en la percepción social. Sin embargo, resulta necesario concienciar y analizar los efectos reales sobre la salud. En este sentido, uno de los aspectos menos conocidos, pero más preocupantes para especialistas e instituciones de salud, es su posible relación con la diabetes tipo 2. De acuerdo con la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, el uso frecuente de cannabis puede cuadruplicar el riesgo de desarrollar esta enfermedad metabólica, especialmente entre quienes ya presentan factores de riesgo.

La información se difunde a partir de un estudio publicado por Science Daily, en el cual investigadores europeos y estadounidenses analizaron miles de casos reales durante cinco años y encontraron que los consumidores de cannabis tienen casi cuatro veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que los no consumidores. «Incluso tras ajustar los resultados por variables como colesterol, presión arterial, consumo de alcohol o antecedentes cardiovasculares, la relación se mantuvo significativa», mencionan los expertos. A su vez, el doctor Kamel, autor principal del estudio, advierte que la creciente aceptación del cannabis exige un mayor control de sus riesgos metabólicos. «La evidencia demuestra que esta droga, lejos de ser inofensiva, puede alterar la regulación del azúcar en sangre y favorecer desequilibrios que, con el tiempo, derivan en diabetes», advierte el profesional.

Los riesgos del cannabis en las personas con diabetes

Según la organización HELP Adicciones, las drogas en general, y el cannabis en particular, alteran la conciencia y reducen la capacidad de atención hacia los síntomas corporales.

En el caso de las personas con diabetes, esto puede ser especialmente peligroso. El consumo de cannabis modifica la percepción del hambre, provocando episodios de ingesta compulsiva que elevan considerablemente la glucosa en sangre. Durante esos momentos, se tiende a comer lo primero que tiene a mano, sin reparar en las consecuencias metabólicas.

Otro problema que se presenta es que los signos de una hipoglucemia o una hiperglucemia —mareo, desorientación, visión borrosa o somnolencia— pueden confundirse con los efectos normales del consumo de marihuana.

Esto dificulta la detección temprana de una crisis y retrasa la intervención médica. Por tanto, una persona diabética bajo los efectos del cannabis no solo enfrenta un desajuste metabólico, sino también una pérdida de capacidad para reconocer el peligro.

¿Cuáles son los efectos metabólicos del cannabis sobre la diabetes 2?

La Revista Diabetes advierte que los fitocannabinoides, en especial el THC presente en altas concentraciones en el cannabis, interfieren con la señalización natural del sistema endocannabinoide.

«Este sistema participa en el control del apetito, la liberación de insulina y la regulación glucémica. Cuando se ve alterado, el organismo pierde parte de su capacidad para mantener estables los niveles de glucosa en sangre», aseguran.

Por lo tanto, en personas sanas, esta disfunción puede favorecer el desarrollo de resistencia a la insulina, mientras que en quienes ya tienen diabetes o prediabetes, puede agravar los desequilibrios existentes.

Además, indican que el uso regular de cannabis puede interferir en los tratamientos médicos que buscan mantener el control glucémico. «En pacientes con diabetes tipo 2, esto se traduce en un peor manejo de la enfermedad, mayores niveles de hemoglobina glicosilada y un incremento en las complicaciones cardiovasculares y renales», comentan los expertos del estudio.

En efecto, la alteración del metabolismo y el descenso de la adherencia al tratamiento se combinan para generar un escenario de alto riesgo, en el que el consumo de cannabis actúa como un factor desestabilizador más.

¿Cómo el cannabis repercute a largo plazo en el organismo?

Los expertos subrayan que el consumo prolongado de cannabis no afecta únicamente al metabolismo, sino también al desarrollo cerebral, especialmente cuando se inicia antes de los 21 años.

Según la Sociedad Española de Diabetes, el cerebro en crecimiento es más vulnerable a los efectos de sustancias psicoactivas, lo que puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y psicosis.

«Estas alteraciones mentales, a su vez, afectan negativamente la adherencia a los tratamientos médicos y los hábitos saludables, dos pilares fundamentales en el control de la diabetes tipo 2», afirman. De este modo, el riesgo no se limita a la dimensión biológica. También abarca factores psicológicos y conductuales que complican el autocuidado.

«Las personas que consumen cannabis con frecuencia tienden a descuidar la medicación, a reducir su actividad física y a adoptar dietas menos equilibradas. Todo ello conforma un círculo vicioso que incrementa la probabilidad de complicaciones metabólicas graves», sostienen.

La importancia de la prevención y la educación sanitaria

Los especialistas coinciden en la necesidad de reforzar la prevención y la educación sanitaria. No se trata únicamente de advertir sobre los riesgos del cannabis en general, sino de integrar su posible relación con la diabetes en los programas de salud pública.

 

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