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Estela Grande se ha sometido a una miomectomía: ¿para qué se realiza esta intervención quirúrgica?

Estela Grande preocupa al mostrar el resultado de su miomectomía: «La herida es muy, muy profunda»

En este tipo de intervenciones, el objetivo del cirujano durante la miomectomía es extraer los fibromas que causan síntomas y reconstruir el útero

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Estela Grande, ex concursante de GH VIP, y ex de Diego Matamoros, ha sido operada de una miomectomía, para extirparle dos miomas. Con este procedimiento quirúrgico se eliminan fibromas uterinos, llamados también leiomiomas. Estos crecimientos no cancerosos comunes aparecen en el útero. Los fibromas generalmente se desarrollan durante los años fértiles, pero pueden ocurrir a cualquier edad.

La influencer ha señalado tras la intervención quirúrgica que todo había salido bien y que al final «tuvieron que abrir el útero (cosa que esperaba que no tuviera que pasar)», señaló para incidir en que «ahora toca cuidarme mucho y recuperarme muy bien». 

En este tipo de intervenciones, el objetivo del cirujano durante la miomectomía es extraer los fibromas que causan síntomas y reconstruir el útero. A diferencia de una histerectomía, en la que se extirpa todo el útero, en una miomectomía, se extirpan sólo los fibromas y se deja el útero, ya que como se ha mencionado, se suelen desarrollar en épocas fértiles para la mujer. Las mujeres que se someten a una miomectomía presentan mejoras en los síntomas de fibromas, entre ellas, una disminución del sangrado menstrual intenso y de la presión pélvica.

Riesgos en la intervención

La miomectomía tiene una baja tasa de complicación. Aun así, el procedimiento representa una serie de desafíos únicos. Dentro de estos riesgos se encuentran:

Pérdida excesiva de sangre. Muchas mujeres con leiomiomas uterinos ya tienen un bajo nivel de glóbulos rojos (anemia) provocado por un sangrado menstrual intenso, por lo que corren más riesgos de presentar problemas debido a la pérdida de sangre.

Tejido cicatricial. Las incisiones dentro del útero para extirpar los fibromas pueden conducir a adherencias—bandas de tejido cicatricial que podrían desarrollarse después de la cirugía. La miomectomía laparoscópica podría provocar menos adherencias que la miomectomía abdominal (laparotomía).
Complicaciones en el embarazo o en el parto. Esta patología puede aumentar ciertos riesgos durante el parto si estás embarazada. Si tu cirujano debió realizar una incisión profunda en la pared uterina, el médico que controle tu embarazo podría recomendar un parto por cesárea para evitar el desgarro del útero durante el trabajo de parto, una complicación muy poco común del embarazo. Los mismos fibromas están también asociados a las complicaciones del embarazo.

Posibilidad muy remota de una histerectomía. El cirujano raramente deberá extirpar el útero si el sangrado fuera incontenible o si se encontraran otras anormalidades, además de los fibromas.

En los casos de esta intervención, la mujer puede esperar sentirse mejor y más fuerte cada día, aunque se puede cansar rápidamente y necesitar analgésicos (medicamentos para el dolor) durante una semana o dos. Podría necesitar entre 4 y 6 semanas para recuperarse por completo. 

Posibilidad muy remota de que se extienda un tumor canceroso. A un tumor canceroso raramente se lo puede confundir con un fibroma. Extraer el tumor, especialmente si se lo rompe en pequeñas partes (morcelación) para extirparlo con una pequeña incisión, puede provocar que el cáncer se extienda, como se explica en Mayo Clinic. El riesgo de que esto ocurra aumenta luego de la menopausia y a medida que las mujeres envejecen.