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Dermatóloga médico-quirúrgica del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo

Dra. Elisa Pinto: «La incidencia por melanoma ha aumentado un 200% en los últimos años»

"Un envase de crema solar de 150 ml y nos debería durar apenas cuatro aplicaciones"

"El paciente no ha de buscar signos en sus manchas, sino asumir un control dermatológico periódico, generalmente anual"

Hace ya un siglo que los llamados «baños de sol» se recomendaban para combatir numerosas enfermedades como anemia, depresión o fortalecimiento de huesos. La alta sociedad se resistía, entonces, a que su piel se broncease, algo que estaba «reservado» a las clases más bajas que trabajaban a la intemperie debido a que no tenían acceso a productos de protección.

Coco Chanel consiguió en los años 20 cambiar la tendencia de la moda y el «color caramelo» de la piel tostada llevó al perfumista francés Jean Patou a lanzar en 1927 la primera loción bronceadora «Huile de Chaldee».

Sin embargo, lo que conocemos hoy en día como protector solar en realidad tuvo su origen en la Segunda Guerra Mundial. El farmacéutico Benjamin Green descubrió que la parafina sobre la piel evitaba que los rayos ultravioleta la traspasasen y quemasen, evitando así las quemaduras de los soldados destacados en el Pacífico.Coppertone vio la luz por primera vez en 1944, bajo el paraguas de la farmacéutica Merck&Co, convirtiéndose así en la primera crema solar.

PREGUNTA.- Doctora, ¿qué es el melanoma?

RESPUESTA.- El melanoma es el cáncer de piel más frecuente en menores de 50 años, y, a diferencia de otras variedades, presenta una elevada probabilidad de mortalidad según su estadiaje.

P.- ¿Qué importancia tienen los cuidados de la piel para prevenir el cáncer cutáneo?

R.- La prevención es la mejor herramienta para reducir la mortalidad por melanoma, pues eso nos permitirá un diagnóstico precoz en estadios con una mayor supervivencia. Esa prevención solo es posible comprendiendo que la radiación solar es la desencadenante de este tumor. Lo fundamental es reducir exposición solar y evitar quemaduras solares, especialmente en los primeros 16 años de vida.

P.- ¿Y qué papel juega el diagnóstico precoz para combatirlo? 

R.- Lo sorprendente es que, pese a las campañas de prevención y el conocimiento actual, su incidencia ha aumentado un 200% en los últimos años y la mortalidad es de un 2%. De estos datos podríamos deducir que la detección precoz está reduciendo la mortalidad, pero que hay que mejorar las estrategias para evitar su aparición, tal vez porque existen enormes errores en nuestro uso de cremas solares como vía para la prevención solar. 

  1. Las cremas de protección solar requieren una aplicación en cantidad adecuada (1 mg/cm cuadrado); esto supondría que, valorando la superficie cutánea (entre 1,2 y 2 metros cuadrados), un envase de crema solar de 150 ml. nos debería durar apenas cuatro aplicaciones. 
  2. En la mayoría de los casos la eficacia del producto tiene un tiempo medio de dos horas, lo que requiere renovar la aplicación, siempre recordando que el sudor o la grasa diluyen su eficacia. 
  3. La crema de protección solar habría de ser siempre SPF 50+, que es el máximo posible. Pero ello no indica que el uso adecuado de esta evite el daño solar, sino que lo reduce. De hecho, el índice se refiere, no a la cantidad de sol que recibimos, sino al tiempo que tardamos en sufrir eritema o quemadura solar. La crema solar reduce el riesgo de quemadura, pero no en la misma proporción en la que reduce el daño cutáneo, y, a su vez, el riesgo de envejecimiento y desarrollar cáncer. 
  4. Por otro lado, los principios activos químicos tienen absorción cutánea. Se considera no recomendable superar según la FDA (agencia americana de Alimentos y Medicamento) los niveles sanguíneos de 0.5 ng/ml.  

P.- En España, más de 300 pacientes son diagnosticados de melanoma cutáneo cada mes, y la incidencia se ha duplicado en España en las últimas décadas. ¿Cómo es posible si «Coppertone», la primera crema solar, ya tiene más de 70 años y hay cientos de campañas de concienciación acerca del sol?

R.- Realmente esa es una pregunta que habría que hacer más a los pacientes y no a los especialistas. Las modas y el concepto de belleza imponen cánones de belleza difíciles de alcanzar. Creo que es más una concienciación de cuál ha de ser nuestro camino hacia una vida saludable que la búsqueda de una moda temporal.

P.- La industria de las cremas solares ha evolucionado y cada vez son más apropiadas para la protección ante el riesgo de contraer cáncer de piel. Pero, ¿por qué no ponemos de moda el color blanquecino de la piel de nuevo en vez de gastar tanto en cremas, en dermatólogos e incluso perder la vida por un cáncer?

R.- Las medidas de diagnóstico precoz se basan en la exploración de todas las manchas. En el pasado se realizaba de modo visual, ahora disponemos de dermatoscopios digitales que nos aportan una información inmensa de un nevus y sus rasgos más o menos atípicos. El diagnóstico precoz ideal sería extirpar una lesión pigmentada peligrosa sin que aún fuese melanoma y, en caso de que lo fuera, que se tratase de un «melanoma in situ» (incipiente y apenas invasivo) con una supervivencia prácticamente de un 100% a cinco años. Sin embargo, esta variedad apenas representa el 5% de los melanomas diagnosticados.

P.- La apariencia del melanoma es diversa ¿Cómo identificarlo precozmente? ¿Qué supone (porcentaje) el diagnóstico precoz (y qué es precoz)?

R. Es fundamental hacer entender al paciente que no ha de buscar signos en sus manchas, sino asumir un control dermatológico periódico, generalmente anual, mediante dermatoscopia digital, del mismo modo que lo asumimos en otras especialidades como la ginecología, urología… El paciente ha de preocuparse de prevenir el daño y ocuparse de las revisiones periódicas.  

P.- También hemos pasado del exclusivo ‘ojo clínico’ del derma a unas técnicas diagnósticas más sofisticadas. ¿Qué es lo último para diagnosticar un melanoma y cuáles son los pasos a dar cuando tenemos una sospecha ante nosotros?

R.- En este momento la cirugía es el tratamiento inicial y esencial en el melanoma, si bien se acompaña de quimioterapia y especialmente de avances muy significativos con terapias combinadas, basadas en la inmunoterapia, medicamentos con terapia dirigida ante ciertas variedades genéticas. 

P.- ¿Es la cirugía la única solución ante un melanoma incipiente? ¿Y qué pasa en casos avanzados? ¿Cómo se evita llegar a ello?

R.- Sólo se evitan los casos avanzados con un diagnóstico precoz y eso sólo es posible con una revisión periódica con dermatoscopia digital. Un paciente que realiza una dermatoscopia anual o semestral (según su caso concreto) no puede ser diagnosticado de un estadiaje avanzado. Pensemos que el melanoma in situ sólo representa, como le he comentado, el 5% de los melanomas diagnosticados; luego falla aún el diagnóstico precoz.

Hay dos frases que resumen la orientación hacia la protección en el momento actual, según la experta: 

  1. La protección solar en crema genera una falsa sensación de confianza
  2. La mejor protección solar es buscar la sombra

De todo ello podemos concluir que es el  momento de revisar nuestra piel periódicamente en busca de lesiones cutáneas que puedan ser importantes, y, en su caso, controlarlas.

Es el momento de acudir con nuestros hijos a centros que revisen su piel y les expliquen los cuidados que han de seguir en un país como España, de sol maravilloso, que nos aporta vitamina D suficiente con 10 minutos de paseo matutino. Pero, a cambio, nos lanza ese mismo sol a través del cristal de nuestros coches cuando conducimos, o en los parques cuando practicamos deporte al aire libre, o en los patios de los colegios jugando… El sol no está solo en las hamacas de nuestras playas sino en nuestro día a día.