OkSalud
Cuerpo humano

Diferentes tipos de halitosis

Uno de los problemas más habituales que podemos sufrir cualquier persona es el mal aliento. Pero ¿sabes cuántos tipos de halitosis hay? Toma nota.

  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

La halitosis, popularmente conocida como mal aliento, es un problema muy común que genera un impacto negativo en el día a día de quienes lo sufren. A pesar de que se suele enfocar en sus efectos sociales, hay también circunstancias médicas y odontológicas que necesitan ser revisadas cuando una persona presenta un aliento desagradable. Por ello, lo ideal es siempre buscar la ayuda de profesionales especializados antes de adoptar cualquier tipo de tratamiento. A continuación, analizaremos un poco más sobre los principales tipos de halitosis y sus causas.

¿Qué es la halitosis y por qué se produce?

El termino halitosis es utilizado para describir el aliento desagradable que puede ser provocado por factores fisiológicos o patológicos. En gran parte de los casos, este problema tiene un origen bucal, relacionado principalmente a una higiene oral deficiente. No obstante, también puede estar asociado a diferentes desequilibrios o procesos naturales del organismo.

La principal causa de la halitosis es la proliferación de bacterias en la cavidad bucal, que suele ocurrir en consecuencia del cúmulo de residuos alimentares. Al “alimentarse” de estos restos orgánicos, las bacterias llevan a cabo un proceso de putrefacción. En consecuencia, se generan unos compuestos sulfúricos volátiles, que hacen que el aliento tenga un olor desagradable.

En la actualidad, se calcula que al menos 50% de la población global presenta algún tipo de halitosis. El más frecuente es el llamado morning breath, es decir, un aliento más intenso y algo desagradable que puede aparecer en las primeras horas de la mañana.

Sin embargo, también existen otros tipos de halitosis, con diferentes causas. A continuación, hablaremos en más detalles sobre las posible causas fisiológicas del mal aliento.

Tipos de halitosis de origen fisiológico

El Morning breath

La primera y más frecuente halitosis de origen fisiológico es el ya mencionado aliento matutino (morning breath). Se produce debido a la disminución de la producción de saliva durante el periodo de sueño nocturno.

La saliva no solo ayuda a reforzar la hidratación de la cavidad bucal, evitando daños en los tejidos, sino también auxilia en la higiene oral, combatiendo las bacterias que forman el sarro y otros microorganismos. Por ello, cuando se reduce la cantidad de saliva en la boca, podemos desarrollar un aliento desagradable, además de la sensación de resequedad.

Halitosis por deshidratación o desnutrición

El agua es un elemento fundamental para el desarrollo de todos los procesos fisiológicos, incluyendo la producción de saliva. No es casualidad que uno de los primeros síntomas de deshidratación leve sea el mal aliento. Si no nos hidratamos correctamente, no produciremos suficiente saliva y algunas de las primeras señales de problemas serán la boca seca y el mal aliento.

Algo similar ocurre cuando no nos alimentamos adecuadamente. Sin embargo, en este caso tenemos un factor adicional producido por la deficiencia energética. Cuando no proveemos a nuestro cuerpo la energía necesaria para llevar a cabo sus procesos, empezamos a “quemar” reservas energéticas.

La grasa acumulada

En primer lugar, nuestro cuerpo recurre a la grasa acumulada y, en última instancia, a los tejidos musculares. Para producir energía a partir de estas fuentes, lleva a cabo un proceso llamado cetosis, cuyos principales agentes son los cuerpos cetónicos. Pero, ¿qué tiene que ver ello con el mal aliento?

Cuando la concentración de cuerpos cetónicos en la sangre se eleva demasiado, se produce un estado llamado cetoacidosis. Y uno de sus primeros síntomas es la aparición de un aliento bastante desagradable, similar al de la materia orgánica en estado de descomposición.

El llamado aliento cetónico es común en las personas que hacen dietas cetogénicas (muy bajas en carbohidratos) por periodos prolongados. Pero también puede aparecer en casos de desnutrición y diabetes de tipo 1.

Halitosis asociada al tabaquismo

El tabaquismo no solo es uno de los principales factores de riesgo para nuestra salud, sino que también consiste en un problema social. Basta con recordar que todos los individuos que entran en contacto, de alguna manera, con el humo del tabaco pueden sufrir efectos dañinos en su salud, principalmente los niños y las mascotas.

El consumo del tabaco, por sí solo, genera un aroma desagradable en la cavidad bucal. Pero también perjudica la producción y liberación de saliva a largo plazo, conllevando al mal aliento permanente.

Mal aliento al envejecer

A medida que el tiempo pasa, nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales y fisiológicos. Uno de los resultados es la disminución de la producción de saliva, que, como vimos, conlleva al desarrollo de una halitosis.

Halitosis asociada a la alimentación

El consumo regular o exagerado de algunos alimentos también puede provocar halitosis. Todos los vegetales con alto contenido de compuestos sulfurosos (azufre), como el ajo, la cebolla y el puerro, suelen generar alteraciones en el aliento.

A su vez, las dietas muy ricas en carnes y grasas, por estimular el organismo a entrar en un estado de cetosis, también pueden hacer que tengamos un aliento cetónico permanente.