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¡A cocinar!: ¿Sabes cuántos gramos tiene una cucharada?

Uno de los principales inconvenientes con los que nos encontramos cuando queremos seguir alguna receta en casa es que quienes van brindando los pasos a realizar, tienen en cuenta sus propios utensilios a la hora de calcular cantidades, y tal vez nosotros no dispongamos de ellos. Descubre cuántos gramos tiene una cucharada.

Por supuesto, en la cocina las proporciones son fundamentales para conseguir el aspecto y los sabores que deseamos y, por tanto, es clave averiguar si estamos usando las cantidades correctas.

Uno de los casos más frecuentes de esta situación que mencionamos es cuando se nos señalan cantidades en gramos, y no tenemos un medidor a mano que nos resuelva el problema fácilmente. Entonces, lo que recomendamos es recurrir a un elemento de cocina de los que todos tienen en casa. Por ejemplo, si sabes cuántos gramos tiene una cuchara, estarás más cerca de dilucidar la porción.

Además, y aunque probablemente ya lo hayas tenido en cuenta, no es lo mismo calcular los gramos de una cucharada de arroz que de aceite de oliva, ya que sus volúmenes son muy diversos.

Para que te des una idea al respecto, vamos a citar algunas equivales básicas a considerar:

Por otro lado, es evidente que si nos referimos a ingredientes líquidos las cosas cambian, y allí tenemos el ejemplo del agua, que cabe en torno a los 15 mililitros por cada cucharada generosa.

Cucharaditas, una opción más pequeña

Si tienes entre manos una receta para raciones minúsculas, puede que usar como referencia una cucharadita sea más útil que una cucharada, así que veamos algunas equivalencias al respecto:

Esto último tiene vital preponderancia si hablamos de una dieta estricta, en la que no deben sobrepasarse los límites indicados por el nutricionista, y cada gramo puede marcar la diferencia.

Como puedes ver, no es estrictamente necesario tener todos los utensilios de cocina a mano si memorizas estas relaciones entre cucharadas y cucharaditas de distintos productos alimenticios. También puedes intentarlo con otros muy habituales como la leche, la avena, otros aceites, etc.