Sociedad Europea de Cardiología (ESC)

Los contraceptivos orales multiplican por 24 el riesgo de trombos en mujeres obesas

Deben controlarse otros factores de riesgo, como el sedentarismo y el consumo de tabaco

Los fármacos que solo contienen progestina son más seguros en esta población

El estretol: un nuevo anticonceptivo más seguro que podría reemplazar al etinilestradiol

Sólo el 48% de las mujeres sabe que existen dos tipos de píldora anticonceptiva

Trombos en mujeres
Trombosis.

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Las mujeres obesas que toman contraceptivos orales con estrógeno y progestina tienen un riesgo 24 veces mayor de padecer tromboembolismo venoso (VTE, por sus siglas en inglés) cuando se comparan con las mujeres que no tienen exceso de peso y no toman ese tipo de medicamentos. Son las conclusiones de un trabajo de investigación publicado en ESC Heart Failure, una revista científica de la Sociedad Europea de Cardiología.

Uno de sus autores, Giuseppe Rosano, del instituto especializado IRCCS San Rafael Pisana (Roma), ha explicado que está establecido que tanto la obesidad como los fármacos contraceptivos con estrógeno son factores de riesgo de tromboembolismo. “No obstante, se sigue administrando estos medicamentos a mujeres obesas. La evidencia científica indica que la obesidad y el empleo de contraceptivos orales tienen un efecto sinérgico que multiplica el riesgo de VTE, y esto debería ser tenido en cuenta al tomar decisiones sobre prescripción de fármacos. Los productos que incluyen únicamente progestina, incluyendo comprimidos, dispositivos intrauterinos e implantes, son alternativas más seguras a la combinación de medicamentos en mujeres que tienen un exceso de peso”.

En este nuevo trabajo de investigación, los autores destacan los últimos hallazgos sobre las consecuencias de la obesidad y los contraceptivos, y sus efectos sinérgicos en el riesgo de VTE. Asimismo, incluye recomendaciones clínicas.

El VTE consiste en la formación de un coágulo en una vena e incluye dos situaciones que pueden poner en peligro la vida: trombosis venosa profunda y embolia pulmonar. Cuando hay una trombosis venosa profunda, se forma un coágulo de sangre, generalmente en la parte inferior de la pierna, muslo o pelvis. Si el coágulo se desprende y se desplaza a través del riego sanguíneo a los pulmones, hablamos de embolia pulmonar. En términos generales, el riesgo es más elevado después de haberse sometido a una operación quirúrgica, haber sufrido una lesión, en personas con insuficiencia cardiaca, cáncer o infarto de miocardio. Entre sus síntomas figuran inflamación, enrojecimiento y dolor. La embolia pulmonar puede cursar con dolor repentino en el pecho y dificultad para respirar.

De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia mundial de obesidad se triplicó entre los años 1975 y 2016. El 15% de las mujeres de todo el mundo son obesas. El riesgo de VTE va aumentando progresivamente a medida que aumenta el índice de masa corporal (la relación entre el peso y la altura de la persona).

En mujeres obesas el riesgo es el doble comparado con el de las mujeres sin exceso de peso. El impacto de este factor es particularmente acusado en la población femenina por debajo de los 40 años, para quienes el riesgo es cinco veces mayor. Según el profesor Rosano, “el riesgo acusadamente elevado en mujeres obesas menores de 40 años es importante, ya que en este periodo de la vida es cuando se buscan métodos contraceptivos con mayor frecuencia”.

Los contraceptivos orales combinados están asociados con una probabilidad elevada de VTE. Quienes los usan tienen entre tres y siete veces más riesgo que quienes no los consumen. Por el contrario, los que únicamente contienen progestina no hacen que ese riesgo aumente.

Un estudio previo sobre una población amplia mostró que las pacientes con
sobrepeso y obesidad tenían un riesgo entre 1,7 y 2,4 veces mayor de VTE que la población general. No obstante, si tomaban contraceptivos, el riesgo se multiplicaba por 12 (si había sobrepeso) y por 24 (si había obesidad). Para Rosano está claro que “las mujeres obesas que toman contraceptivos son vulnerables frente al VTE y deberían tomarse medidas para limitar otros factores de enfermedad cardiovascular, como abandonar el tabaco e incrementar su actividad física”.

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