OkSalud
Cabello

Cómo inciden las vitaminas y minerales en el bienestar del cabello

Las vitaminas del grupo B serán imprescindibles a la hora de fortalecer la melena, como ocurre en el caso de la vitamina B7 o biotina, la vitamina B9 o ácido fólico, o la vitamina B3 o niacina. Conozcamos de qué forma inciden las vitamina y minerales en el bienestar del cabello.

Conseguir una buena salud capilar no es tan fácil, y como sucede con otras partes del cuerpo, también necesita nutrientes para que esté mejor. ¿Cuáles son?

La manera de incidir las vitaminas y minerales en el bienestar del cabello

Pues se trata de elementos necesarios que intervienen en reacciones metabólicas y permiten que el organismo funcione correctamente. Todo ello puede agravar alopecias preestablecidas previamente, según el doctor Joaquín Domínguez, de la clínica Hospital Capilar.

Regular la grasa del cabello y más

Según esta institución, las vitaminas tienen un papel primordial en las distintas fases de crecimiento del cabello, así como en la regulación de grasa del cuero cabelludo y en la síntesis de colágeno y queratina.

Cuando esto falla entonces notamos que la estructura, como en el grosor y el brillo del pelo, repercutiendo en su fragilidad.

Estimulación y circulación sanguínea

Tales vitaminas aceleran el proceso de regeneración y crecimiento, como es el caso de las vitaminas del grupo B, encargadas de estimular la circulación sanguínea, transportando el oxígeno y los nutrientes al cuero cabelludo.

Melena más sana y fuerte

Al tomar vitamina C es cuando tenemos una melena más fuerte. Mientras que la vitamina E es esencial para prevenir la rotura del cabello. Está en los aceites vegetales y frutos secos como nueces, almendras y avellanas.

Por su parte, la vitamina D sintetiza de forma natural tras la exposición solar, ayuda al organismo a la absorción del calcio y también está implicada en la caída del cabello.

Alimentos para prevenir la caída del cabello

Entre otros, los expertos aconsejan que, contra la caída del cabello, se tomen alimentos ricos en hierro, como las espinacas, las legumbres secas, el hígado, las ostras o el salmón; aminoácidos azufrados como la cistina o la metionina.

También huevos, lácteos y cereales integrales; alimentos ricos en zinc y cobre como mariscos y algunos pescados; alimentos con concentración de biotina como acelgas, yemas de huevo, o fuentes de sicilio, como las patatas o el aguacate, o de selenio, como las carnes rojas.

También usar champús neutros, cepillar suavemente el cabello y no usar productos agresivos como tintes, alisados químicos o permanentes y, solo en el caso de estados carenciales o déficit de alguna vitamina, se aconseja suplementar si es necesario.