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Cómo actuar ante un desmayo

Menudo susto que nos llevamos siempre que se produce a nuestro alrededor un desmayo. Suelen ser pequeñas pérdidas de conocimiento, que se repiten con más frecuencia en verano debido al calor y a las aglomeraciones en lugares como el autobús o puntos turísticos. Pero posiblemente pocos sepamos cómo actuar ante un desmayo.

La mayoría se originan por la falta de riego cerebral que vienen provocados por un atragantamiento, deshidratación, abuso de drogas o alguna enfermedad de cierta importancia, como señalan desde el comparador de seguros médicos iSalud, que proponen una serie de recomendaciones.

Lo adecuado sería ponerse en contacto con el servicio de emergencias, sobre todo cuando se trate de una persona mayor, padezca alguna enfermedad grave, sea un diabético, embarazada, sufra convulsiones o no respira.

Incluso existe la posibilidad de adelantarse al desmayo con una serie de síntomas, como puede ser la vista nublada, mareos muy fuertes o un zumbido en los oídos. Si somos capaces de detectarlo a tiempo, lo preferible es tumbarse en el suelo con lentitud y colocarse boca arriba y con los pies un poco elevados.

Además, hay que aflojar la ropa o cualquier complemento que nos pueda estar apretando en exceso, como puedan ser el cinturón, corbata o cordones de los zapatos. Para que al afectado le llegue el aire fresco intentaremos no agobiarle y apartaremos a toda la gente que tenga a su alrededor.

Una vez que se produce el desmayo y nos coge por sorpresa, se hace necesario actuar con rapidez, pero también con tranquilidad Si aún presenta un cierto grado de atención, le preguntaremos preguntas sencillas del tipo ¿Cómo te llamas? o ¿Dónde vives? para conocer si hay una modificación en el estado mental.

También se hace necesario controlar el pulso y las vías respiratorias del paciente para saber si las constantes vitales se mantienen. En el caso de que aún se encuentre consciente, hay que colocarla en la posición que antes detallamos. Si respira y está inconsciente, lo que realizaremos será girar el cuerpo hacia nuestra posición y ponerle la pierna más alejada de manera que su rodilla y su cadera creen un ángulo recto.

Si por el contrario no respira y está inconsciente, procederemos a la reanimación cardiopulmonar. Cuando el desmayo se produzca por una bajada de azúcar, lo adecuado sería darle alguna bebida con azúcar o un dulce para que se acelere la recuperación.

Al igual que se hace necesario aprender unos cuantos consejos de actuación, también deberíamos conocer que hay una serie de comportamientos que se deberían evitar. Una mala decisión puede costar muy caro, agravando aún más el problema y causando más problemas en la salud de la víctima.

Cuando esta persona se encuentre aún consciente, no hay que dejarla abandonada, mientras que si permanece inconsciente no deberíamos proporcionarle bebida o comida, ni tampoco ponerle la cabeza encima de un cojín. La cabeza no debe estar nunca por encima del nivel de los pies. Al existir una falta de riego cerebral, la sangre tendría más problemas para llegar hasta la cabeza.