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Los beneficios de la planta medicinal schisandra

Científicamente, denominada Schisandra chinensis, ¿te has preguntado alguna vez qué es la schisandra y qué usos da? Puede que hayas leído o escuchado sobre esta planta cuyos frutos suelen emplearse con fines tanto culinarios como medicinales. Desde hace siglos, se le considera uno de los elementos clave de la medicina tradicional china por sus diversos beneficios probados.

El secreto está en sus bayas de un característico color rojo intenso, a las que algunos llaman «la fruta de los cinco sabores» por ser saladas, dulces, ácidas, picantes y amargas al mismo tiempo. ¿En qué casos debe utilizarse y qué ventajas tiene para la salud?

Propiedades y efectos de la schisandra

En tan sólo uno de los numerosos artículos dedicados a este fruto, en la revista Nutrients, se informa que posee propiedades específicas como sus compuestos activos. Entre ellos, lignanos, triterpenos y ácidos fenólicos. Mayormente se asocian con un bienestar de quien los consume con regularidad, por lo que muchos médicos y otros expertos los recomiendan a sus pacientes.

Por otro lado, los científicos especialistas en la planta la consideran un «adaptógeno natural» por su efecto protector contra el estrés. Estudios como éste, publicado en Journal of Ethnopharmacology, explican que nos resguarda de las principales causas del estrés.

Asimismo, se le reconocen propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras, siendo un medicamento natural contra ciertas enfermedades y trastornos típicos de los seres humanos. Pero, ¿para qué patologías suele aconsejarse el fruto?

Asma

En las últimas décadas, los extractos de schisandra se han incorporado a los tratamientos contra las afecciones respiratorias, específicamente contra el asma. Las bayas de esta especie inhiben las inmunoglobulinas que provocan alergias y por eso son sugeridas como parte de las terapias para paliar los síntomas del asma. Sus resultados son variables, pero tienden a contribuir.

Alzheimer

Por sus capacidades adaptógenas, los derivados de la schisandra funcionan como un efectivo remedio para prevenir el Alzheimer. Contiene esquisandra B, una sustancia activa que reduce la formación del exceso de péptidos beta amiloides en el cerebro. Recordemos que se asocia esta formación con una mayor probabilidad de desarrollar Alzheimer en la tercera edad.

Hipertensión arterial

La presión elevada puede contrarrestarse con este fruto, un remedio que mitiga las sintomatologías cardiovasculares más comunes. Las mujeres que atraviesan las primeras etapas de la menopausia tienen en estas bayas unas buenas aliadas para mantener controlada la presión arterial. Los extractos orales poseen un efecto vasodilatador que disminuye la presión arterial.

Enfermedades del hígado

Las patologías hepáticas pueden tratarse gracias al polen extraído de esta planta, que evita el daño tóxico de ciertas afecciones. Algunos flavonoides de la schisandra, como la quercetina y la hesperetina, han demostrado su efectividad al cuidar el hígado.

Depresión

Al impedir que el estrés aumente y se vuelva crónico, la schisandra incide positivamente en el estado de ánimo de las personas. Existen informes que dan cuenta de su éxito como antidepresivo. Igualmente, estos efectos aún deben investigarse más a fondo.

¿Cómo incorporar las bayas de schisandra?

En China, lo normal es añadir estas hierbas medicinales a la comida. No obstante, en occidente su sabor podría no gustarnos demasiado. Justamente por eso, para que nadie se pierda sus beneficios, se comercializan polvos, tinturas y cápsulas de la planta.

Lo ideal es consultar a un médico o nutricionista para que elabore un plan que incluya las bayas de schisandra en alguna forma. Incorporándola regularmente a tu dieta disfrutarás de sus ventajas y no sufrirás ninguno de sus peligros ni efectos secundarios.

Y hablamos de éstos porque si bien las bayas de schisandra son seguras para la mayoría de los pacientes, hay excepciones.

Su consumo debe ser moderado y seguido de cerca por un profesional de la salud que evalúe el impacto del mismo.

Efectos secundarios de la schisandra

Algunos sujetos experimentan acidez, un menor apetito, dolor o malestar abdominal o malestar, picazón y erupciones cutáneas. Todos estos efectos hacen que su ingesta esté en enfermos con úlceras pépticas o por reflujo gastroesofágico -ERGE-.

Otros pacientes que deberían ser cuidadosos son las embarazadas, los lactantes y los niños. No hay tanta evidencia científica que demuestre que sus efectos en estos grupos sean tan buenos, y el porcentaje de reacciones adversas es mayor en todos ellos.

¡Presta atención a la interacción con otros medicamentos!

La schisandra no se lleva bien con otros remedios. Fármacos como los diuréticos, antibióticos y medicamentos para la diabetes, junto con los anticonceptivos a base de estrógenos, y los medicamentos antiinflamatorios no esteroides o AINEs podrían ser incompatibles con los productos derivados de esta planta. Advierte al médico de la situación antes de incluirla en tu dieta.

El doctor ajustará las dosis de los medicamentos o te indicará las raciones de productos de schisandra a consumir.

Presentaciones comerciales de la schisandra

Dar con las bayas en el mercado es complicado, pero siempre puedes optar por polvos, líquidos o cápsulas que conservan el efecto. Por otro lado, si encuentras las bayas secas puedes añadirlas a todo tipo de recetas. Entre ellas tés y otras bebidas frías y calientes.