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La barrera que protege al cerebro se rompe a los 57 años: así aumenta el riesgo de alzhéimer y tumores

La barrera hematoencefálica empieza a mostrar una disfunción a partir de los 57 años

Un equipo del Hospital Universitario 12 de Octubre ha identificado el papel clave de ciertas células del sistema inmunitario en el desarrollo de patologías como el alzhéimer y los tumores cerebrales. El hallazgo apunta a una edad concreta: los 57 años, momento en el que la barrera hematoencefálica —la muralla natural que protege el sistema nervioso central— comienza a mostrar una disfunción marcada.

Según el centro hospitalario, este deterioro está ligado al propio envejecimiento cerebral, que a partir de esa edad experimenta transformaciones profundas y permite la entrada de células inmunes defectuosas. El estudio, publicado en la revista Ebiomedicine, abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas capaces de frenar el avance de enfermedades neurológicas asociadas a la inflamación y al mal funcionamiento de las células mieloides.

Progresión del Alzheimer

Los análisis moleculares realizados confirman que tanto la pérdida de integridad de la barrera protectora como el daño en las conexiones neuronales son factores determinantes en la progresión del Alzheimer y de los tumores cerebrales.

«Identificamos procesos de envejecimiento inmunológico caracterizados por un desequilibrio en las señales inflamatorias de la barrera protectora, lo que facilita la entrada de células inmunitarias defectuosas en el cerebro», explica Ricardo Gargini, investigador del Departamento de Anatomía Patológica y del Instituto de Investigación i+12. Estas células, conocidas como mieloides supresoras TREM2+/TIM3+, ayudan a los tumores a esquivar el sistema inmunitario, favoreciendo así su desarrollo. «El punto de inflexión más acusado de estos cambios lo hemos observado a los 57 años», añade.

Supervivencia

Los datos clínicos avalan esta relación. En pacientes con gliomas, la supervivencia media fue de 1.525 días cuando la disfunción de la barrera era elevada, frente a los 4.084 días de quienes presentaban una alteración leve.

La coautora del trabajo, Berta Segura, señala que una posible vía de intervención podría ser la reactivación del sistema inmunológico envejecido mediante anticuerpos contra TIM3, con el objetivo de prevenir la aparición tanto del Alzheimer como de los tumores cerebrales.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores combinaron técnicas de secuenciación masiva, herramientas bioinformáticas y el estudio de una cohorte de pacientes con glioma y Alzheimer, además de experimentos con modelos animales. El resultado: una nueva ventana de conocimiento sobre cómo envejece el cerebro y cómo se podría frenar el impacto de estas patologías devastadoras.