Los alimentos más saludables para consumir esta Navidad
Los productos típicos suelen ser ricos en grasas y azúcares y no aportan los nutrientes necesarios para una dieta equilibrada
Los alimentos saludables también pueden prepararse de forma sofisticada para que resulten atractivos en las mesas navideñas
Las reuniones y celebraciones navideñas giran en torno a la comida. Planificar y elaborar menús, reunirse con los amigos en el restaurante de moda, las cenas de empresa y las celebraciones familiares giran en torno a los menús y productos tradicionales.
Pero comer bien en estas fiestas es un poco más complicado. Estos productos típicos suelen ser ricos en grasas y azúcares y no aportan los nutrientes necesarios para una dieta equilibrada. Sin embargo, siempre podemos consumir alimentos más sanos que equilibren estos menús para que sean más saludables.
Los alimentos más saludables para tu menú de Navidad
Verduras
Aunque no siempre están presentes tanto como deberían en nuestra dieta a lo largo del año, la Navidad es un buen momento para introducir las verduras en los menús porque son baratas, saludables y muy poco calóricas.
Gracias al bajo contenido calórico de las verduras, podemos elaborar infinitas recetas que harán disfrutar a los paladares más exquisitos sin necesidad de añadir más calorías a nuestro menú. Sólo hay que tener un poco de imaginación para darles el toque navideño.
Estos alimentos pueden ser un estupendo entrante. Se pueden elaborar deliciosas ensaladas con frutas y verduras de temporada, como la ensalada de escarola y granada. Otra manera de consumirlas es en forma de sopa o crema. La crema de calabaza con especias es un excelente y nutritivo entrante, adornado con almendras o piñones, es un plato bonito, bueno y barato.
Las setas y hongos de temporada salteados con poco aceite, también resultan un acompañante delicioso para todos los platos de carne. Podemos elaborar salsas muy saludables con ellas y como son ricas en fibra, ayudan a digerir las comidas.
Mariscos
El marisco es un alimento típico de estas fiestas que no puede faltar durante las comidas navideñas y suele englobar desde los moluscos como las ostras, las almejas y los mejillones, a los cefalópodos como el pulpo y a los crustáceos como la langosta, centollo, las gambas, las cigalas y los cangrejos.
El marisco contiene proteínas y poca grasa que, además, es poliinsaturada y rica en omega-3, por lo tanto beneficiosa para el organismo. Es muy recomendable incluirlos en nuestros menús porque aportan proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales: hierro, potasio, sodio y magnesio.
Pescados
El pescado, por su parte, constituye uno de los pilares de nuestra dieta y en estas fiestas es, sin duda, uno de los mejores alimentos para consumir en las celebraciones es digestivo, nutritivo y saludable.
Su consumo se ha venido recomendando abiertamente por los especialistas y desde la Fundación del Corazón recomiendan su consumo ya que es un alimento muy completo que nos aporta proteínas de alto valor biológico, vitamina D y del grupo B, yodo, potasio, hierro, calcio, entre otros nutrientes.
Gracias a esta excelente calidad como alimento básico y a sus variedades comerciales presentes en el mercado, es muy bien aceptado por los consumidores en los platos navideños: el besugo al horno, la merluza rellena o el salmón ahumado son platos típicos en muchos hogares.
Pavo y pollo
No sólo los entrantes pueden ser saludables, los platos principales también pueden serlo gracias a las recetas con carne avícola como pavo o pollo. De hecho, la carne avícola es la más consumida en España.
El pavo es una de las carnes más bajas en grasa y es una estupenda alternativa navideña como segundo plato, sobre todo si hay muchos comensales en la mesa. Además de ser un alimento bajo en grasas, contiene un alto nivel de proteínas y se digiere fácilmente. Preparado al horno con castañas y con guarnición de verduras resulta un plato muy completo.
El pollo, aunque sea una carne más “humilde” puede prepararse de forma más sofisticada y resultar un plato excelente. Es el momento de comprarlo deshuesado y preparar la clásica receta de pollo relleno. Es muy versátil y podemos añadirle suculentas frutas secas como orejones, dátiles o ciruelas pasas, o bien frutos secos como piñones o castañas. Un plato barato, delicioso y muy saludable.
Frutas y frutos secos
Las uvas pasas, los orejones o los higos son buenos ejemplos de frutas secas o deshidratadas. Son ricas en fibra, hierro y antioxidantes, fortalecen el sistema inmunológico y previenen el envejecimiento celular. Se pueden tomar guisadas como acompañamiento de platos o en crudo, bien como aperitivo saludable o bien simplemente como postre.
En cuanto a los frutos secos, podemos decir como principales propiedades que tienen un alto contenido en ácidos grasos mono o poliinsaturados, bajo contenido en los saturados, ausencia de colesterol, vitamina E, ácido fólico, magnesio, proteínas fitoquímicos y esteroles vegetales. Son una buena alternativa a las proteínas animales para las personas que estas fiestas no quieran comer carne. Al igual que las frutas deshidratadas, pueden tomarse como aperitivo o incluso formar parte de un dulce o postre como la sopa de almendras.
Eso sí, hay que evitar consumirlos en grandes cantidades por su mala digestibilidad y su elevado aporte calórico.
Lo último en Nutrición
-
Si estás entre estas personas deberías dejar de comer jengibre hoy mismo para evitar problemas
-
Mindfulness eating: cómo comer de forma saludable y consciente
-
Disociada, ayuno, keto… éstas son las últimas dietas de moda que siguen los españoles
-
No es sólo azúcar: ¿Qué hay en las chucherías?
-
Diego Maccari: «El consumo de yerba mate se está posicionando como una alternativa al café»
Últimas noticias
-
Condenan al Ayuntamiento de Palma por no actuar ante varias denuncias por ruido
-
Los detalles de la despedida que iba a tener Nadal y no tuvo por la temprana eliminación en la Davis
-
Todos los países que celebran Acción de Gracias
-
Pagarás 20 céntimos más cuando compres botellas, latas y briks, pero te los devolverán si los reciclas
-
El fantasma de Waterloo