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Salud y prevención

El 90% de las alergias alimentarias están causadas por proteínas de 9 alimentos

Las alergias se han duplicado en los últimos 25 años

Uno de los desafíos más importantes en el ámbito de las alergias alimentarias es su diagnóstico

Las alergias alimentarias han experimentado un notable incremento en los últimos 25 años, duplicándose en incidencia y afectando a un rango creciente de la población mundial, un fenómeno que preocupa especialmente a la comunidad científica debido a su impacto en la población infantil. Durante la IV Jornada de Formación a Periodistas: Ciencia al Día, organizada por la Fundación PharmaMar en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), la doctora María Gasset, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha destacado cómo factores, como el cambio en los hábitos alimentarios y los efectos del entorno, están elevando la incidencia de estas afecciones.

«La introducción de alimentos procesados y de larga duración, así como de nuevas fuentes alimentarias como frutas tropicales y ciertos tipos de pescado, está disparando nuevas formas alergénicas en la población», ha explicado la experta, quien, ha añadido que el 90% de las alergias alimentarias se deben a proteínas presentes en sólo nueve alimentos: la leche, el huevo, el pescado, el marisco, el cacahuete, los frutos secos, la soja, el trigo y el sésamo.

Estas proteínas, conocidas como alérgenos, desencadenan desde síntomas leves hasta reacciones graves de anafilaxia, que pueden ser mortales si no se tratan a tiempo. Este incremento en las reacciones también parece estar vinculado a factores ambientales y cambios en la microbiota intestinal, que desempeña un papel crucial en el desarrollo inmunológico.

Uno de los desafíos más importantes en el ámbito de las alergias alimentarias es su diagnóstico. La doctora ha señalado que el diagnóstico siempre llega tras una exposición, por lo que el desarrollo de métodos predictivos y reactivos fiables es fundamental para mejorar su detección temprana. Entre los avances tecnológicos, se encuentra el uso de las tecnologías ómicas para ampliar el repertorio de pruebas y los estudios sobre inmunoterapia oral, en los que se administran alérgenos en dosis controladas para reducir la sensibilidad. Esta terapia, aunque es prometedora, puede requerir hospitalización en algunos casos graves.

También ha explicado los esfuerzos en la edición genética mediante la técnica CRISPR, que permite modificar los alérgenos en alimentos como el cacahuete o ciertos pescados, así como la investigación de vacunas para alergias específicas. Estas innovaciones podrían revolucionar la vida de millones de personas alérgicas en el futuro, aunque aún existen limitaciones en la implementación de estos tratamientos a nivel global debido a la falta de homologación en reactivos y diferencias en el etiquetado de alimentos. Más allá de los aspectos clínicos, las alergias alimentarias también afectan la vida cotidiana de los pacientes. En su intervención, María Gasset ha enfatizado en el impacto emocional y social de vivir con estas afecciones, que limitan actividades diarias y generan ansiedad en muchos casos. La adolescencia, por ejemplo, es una etapa de alto riesgo debido a que la atención personal puede relajarse, aumentando la posibilidad de exposición accidental. En respuesta a estos desafíos, surgen aplicaciones tecnológicas para guiar a las personas en la compra de alimentos seguros y encontrar restaurantes que gestionen adecuadamente los alérgenos.

Desde la Fundación PharmaMar, organizadora de esta jornada, se ha resaltado la importancia de una divulgación responsable y precisa en el ámbito de la salud, especialmente en temas de alergias alimentarias.

También en este sentido, ante los periodistas convocados por ANIS, Gasset ha concluido su intervención con un mensaje de concienciación y cooperación, recalcando que es necesario educar a la sociedad en los riesgos y posibles consecuencias de las alergias alimentarias. «Estos esfuerzos, tanto desde el ámbito científico como desde la comunicación, son esenciales para abordar una problemática que sigue creciendo y afecta la calidad de vida de millones en todo el mundo», ha expresado.