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Patatas fritas crujientes: disfruta de esta receta hecha por ti

Las patatas fritas son un clásico que no puede faltar en casi ninguna mesa, disfrutar de esta receta hecha por ti, no tiene precio.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Las patatas fritas son un clásico que no puede faltar en casi ninguna mesa, disfrutar de esta receta hecha por ti, no tiene precio. Haciendo en casa esta delicia nos aseguramos el punto de sabor y de toque personalizado con especias, queso o bacon que tanto nos gusta. Por sí solas las patatas fritas ya son una obra maestra de la gastronomía que debemos cocinar lo mejor posible para que nos quede una receta de restaurante casero. Toma nota de los mejores trucos para crear las mejores patatas fritas crujientes que hayas probado nunca.

Trucos para conseguir unas patatas fritas crujientes

Los ingredientes básicos de las patatas fritas no tienen ningún secreto, son patatas, aceite de oliva y sal. Pero para conseguir las mejores debemos tener en cuenta que la variedad de patata tiene mucho que decir. Usaremos las que consigan la textura adecuada para freírlas, invertir en las patatas adecuadas nos quitará más de un dolor de cabeza.

Pelamos las patatas y les damos la forma deseada, ya sea en forma de bastoncitos y cortadas en rodajas. Lo importante es ponerlas a remojo durante unas horas, de esta manera nos quedarán unas patatas de lujo. Las patatas al freírse producen acrilamida un químico procedente del almidón, para evitar este elemento lavarlas en agua es fundamental.

La temperatura ideal para freír las patatas es 140º. Por encima de esta temperatura nos pueden quedar demasiado duras o blandas. El secreto de toda patata es que quede por fuera crujiente y en el interior cremosa. Este contraste será el que marque la diferencia en todos los aspectos.

No escatimes con el aceite, un buen aceite de oliva es nuestra joya gastronómica más querida. El oro líquido procedente de nuestros campos es uno de los elementos que provoca unas patatas fritas de mayor calidad. Si quieres ahorrar algo de tiempo y evitar que queden grasientas, fríe las patatas con antelación. Deja solo la parte final para refreírlas. Conseguirás un resultado de restaurante y podrás congelarlas para tenerlas siempre preparadas para el último toque de cocción.

El tiempo es oro convertido en patatas fritas. Las prisas nunca son buenas y menos cuando se trata de comida. Deja que las patatas se cocinen con la misma temperatura, el resultado merece la pena. Un delicioso bocado que se convertirá en el más delicioso del mundo con una mayonesa, alioli o salsa de tomate para poder disfrutar de unas patatas fritas caseras crujientes y deliciosas. Atrévete a probarlas, el resultado merece la pena.