Recetas de cocina

Pan casero con levadura seca

Lo bueno de preparar pan nosotros mismos es que podremos disfrutar de un producto casero a lo largo de muchos momentos del día.  Puedes tomar tu pan casero, bien como tostadas en el desayuno, con aceite de oliva, mermelada o jamón serrano; acompañando a los platos principales de la comida o la cena, en los bocadillos de las meriendas o como pincho en forma de tostas con infinidad de ingredientes, como setas, verduras o quesos.

Para elaborar esta receta de pan casero con levadura seca necesitamos los siguientes ingredientes: un kilo de harina, 10 gramos de levadura seca en polvo, una cucharada de sal, una cucharada de azúcar, un poco de agua tibia y 2 cucharadas de aceite.

En primer lugar, mezclamos en un recipiente la levadura con el azúcar y un poco de agua tibia. Mezclamos bien y dejamos que repose unos 20 minutos, hasta que los ingredientes fermenten y más o menos tripliquen el volumen.

Tamizamos la harina y la echamos en una superficie lisa. Hacemos un volcán con la harina y en el cráter echamos la mezcla de la levadura que teníamos fermentando y las cucharadas de aceite. Mezclamos muy bien con las manos, incorporando agua tibia, hasta que se forme una masa que no se nos quede pegada a los dedos.

Amasamos bien con las manos la masa, estirándola y volviéndola a doblar sobre sí misma. Insistimos con este proceso, ya que el amasado conseguirá que el pan casero sea esponjoso. Dejamos que la masa repose en un lugar tibio, la tapamos con film y esperamos a que duplique su tamaño.

Si nos interesa hacer varios bollos, cortamos la masa en varias piezas, las amasamos y la dejamos reposar durante una media hora aproximadamente. Les damos la forma que nos interese y realizamos unos cortes en la zona superior.  Introducimos la masa de pan en el horno a fuego medio durante una media hora, dependiendo de la potencia y las características de nuestro electrodoméstico.

Podemos añadir semillas a la superficie del pan antes del horneado, como las de amapola o sésamo. Cabría la posibilidad de prescindir del aceite de oliva, no se trata de un ingrediente fundamental para la elaboración del pan.

La levadura seca se suele comercializar en sobres y está más concentrada que la levadura fresca, por lo que utilizaremos una proporción menor.  A diferencia de la levadura fresca, no necesita condiciones especiales de conservación y dura mucho tiempo.