Liverpool 4-3 Real Madrid

La remontada no puede con Gerrard (4-3)

La remontada no puede con Gerrard (4-3)

Anfield se vestía de gala para vivir uno de esos partidos diferentes, el Liverpool-Real Madrid de leyendas. El regreso a la que fue su casa del recién retirado Steven Gerrard era lo más significativo en el elenco de estrellas del fútbol mundial que se daban cita con el «We’ll never walk alone» de fondo en los minutos previos.

Ya con el balón en juego, los primeros destellos de calidad fueron de Seedorf pero la primera oportunidad la iba a tener Figo, que mandó el balón arriba ante el asombro de los aficionados reds. La réplica la iba a tener instantes después Luis García antes de que el mítico 10 blanco volviera a disfrutar de otras dos inmejorables ocasiones que se encontraron esta vez con las buenas estiradas del también ex merengue Dudek.

El encuentro estaba roto y era una constante de idas y venidas lo que rompió a Roberto Carlos antes del minuto 18. Amavisca iba a ser su sustituto ante la nueva ovación de Anfield al mejor lateral izquierdo de la historia, mientras que Morientes y Seedorf seguían probando al polaco.

Lo que es el fútbol, tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió pero del lado madridista. Una jugada espectacular de Gerrard acababa con el cabezazo del también exmerengue Owen ante el que Contreras, el guardameta blanco, tan sólo pudo rozar.

Dudek se estaba erigiendo en el MVP del duelo tras otros dos paradones a los disparos tensos de Míchel Salgado y Amavisca por ambas bandas. Savio tampoco tenía afinada la puntería como se pudo ver con sus dos disparos posteriores antes de llegar al descanso.

Gerrard marcaba la diferencia

En la reanudación, el propio Dudek y McManaman cambiaban el color rojo por el blanco que sustituían a Contreras y De la Red respectivamente, por lo que en el Real Madrid se lo tomaban en serio en busca del empate. Sin embargo el jarro de agua fría iba a llegar muy pronto con un desmarque de ruptura de Gerrard y pase de la muerte de éste al veterano Aldridge, que remataba a puerta vacía.

Fue entonces cuando Seedorf cogió las riendas del equipo pero no estaba acertado de cara a portería, como tampoco estuvo el segundo goleador red sin Dudek en la puerta y en el área pequeña por partida doble. Fowler pudo sentenciar el partido pero el balón se estrelló contra la escuadra.

El propio pichichi iba a hacerlo a renglón seguido desde el punto de penalti tras una pena máxima cometida sobre Gerrard, que era el mejor con un disparo posterior al travesaño que lo demostraba. El recién incorporado Edwin Congo pudo reducir distancias en el marcador pero el árbitro, de apellido Bond pero no James no señaló un penalti muy claro.

En los últimos quince minutos, la entrada de Butragueño -además de la de Carlos Sánchez, Velasco y Julio Llorente, entre otras- iba a ser lo más destacado. Seedorf lo volvió a intentar a balón parado en una falta que era penalti y posteriormente desde más lejos.

Por último, Gerrard se iba a encontrar con el premio del gol tras un control excepcional y disparo todavía mejor que batía a Carlos Sánchez, el ya guardameta blanco para este tramo final. Congo iba a hacer el que parecía tanto del honor aprovechando un rechace del portero del Liverpool en esta segunda mitad Westerveld y rápidamente Morientes el 4-2 y el Buitre pudo ponerle emoción de nuevo con un zurdazo que se marchó alto.

Sí entró el cabezazo de De la Red en el 89 tras un buen centro de Velasco y parecía volver el espíritu Sergio Ramos para lo que restaba, aunque el colegiado se encargó de que fuera poco porque no añadió nada ante el descontento evidente del lado madridista.

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