Howard Webb explica por qué no expulsó a De Jong por su criminal patada a Xabi Alonso
Howard Webb, el colegiado que dirigió la final del Mundial de Sudáfrica entre Holanda y España, ha desvelado, en su libro El Hombre en el Medio, que The Times está publicando por partes, el motivo por el que no expulsó a Nigel De Jong tras su criminal entrada sobre Xabi Alonso, al que propinó una patada en el pecho sin balón de por medio.
«Xabi Alonso cabeceó un balón hacia David Villa y en ese momento De Jong chocó contra él. En ese momento, yo estaba justo detrás de Alonso, por lo que no vi el punto exacto de impacto. Yo sabía que había sido una entrada a destiempo, contundente y merecedora de sanción», confirmó Webb, que sin embargo decidió no expulsar al mediocentro holandés, en una decisión personal y de la que mostró estar seguro. «Ninguno de mis ayudantes me dijo nada por el pinganillo por lo que mostré una amarilla por aquello que vi con mis ojos. Con la mano en el corazón, nunca se me pasó por la cabeza que era roja. Estaba convencido de que era tarjeta amarilla».
La decisión del colegiado provocó el enfado de los jugadores españoles, que se abalanzaron sobre él después de enseñar solo tarjeta amarilla a De Jong. «Cuando saqué la amarilla vi una furiosa reacción de los españoles, tanto dentro como fuera del campo. Yo pensaba que estaban cabreados por la dureza física que estaban mostrando los holandeses. Incluso pensé que era porque no había aplicado la ley de la ventaja en el cabezazo de Xabi Alonso hacia Villa».
Webb reivindicó su figura como árbitro duro y que no se deja llevar por las protestas de los jugadores, sea cual sea el encuentro y la importancia de este. “Nunca me he sentido intimidado por el escenario ni por el partido, y nunca he sentido ninguna presión por la FIFA para que no echara a jugadores”.
Sin embargo, en el descanso del mismo encuentro comenzó a pensar que a lo mejor se había equivocado en su decisión de no expulsar a De Jong. “No fue hasta el medio tiempo cuando me di cuenta de que a entrada de De Jong podía haber sido roja. Me sentí muy fastidiado. Creí que había fallado en una final de un Mundial. ¡Qué puta pesadilla! Volví al campo con la cabeza dándome golpes y el corazón palpitando fuerte».