Los cinco señalados de Balaídos
Como cada vez que no gana un partido o deja escapar un título, en el Real Madrid se desata una crisis. O la desatan. Entre aficionados, tuiteros, gurús y pseudoperiodistas, las críticas se ceban con todos los estamentos del club madridista, desde el presidente hasta el utillero. Pero el partido de Balaídos deja a cinco protagonistas señalados en el Real Madrid, dos por encima de todos: Danilo y Benzema.
Danilo
Al brasileño le ha mirado un tuerto. Llegó como lateral derecho y ya es oficialmente un lateral torcido. No le sale casi nada en ataque, pierde la espalda en defensa, se desordena, se aturulla. Parece mil veces peor de lo que es. Para colmo, sus dos autogoles casi consecutivos le confieren una fama inmerecida de gafe. En el Bernabéu está bajo sospecha y cuando el Bernabéu la toma con un futbolista y le pone la cruz, su futuro empieza a tornarse muy, pero que muy oscuro.
Benzema
Apático, desaparecido, fallón, torpe, desconectado. El Real Madrid necesitaba la mejor versión de Benzema y ni siquiera tuvo una intermedia. Estuvo pidiendo a gritos el cambio todo el partido, pero el francés se perdió entre los miles de marcajes al hombre que había diseñado Berizzo. Karim no está bien y el Madrid lo nota porque, a falta de Bale, es uno de los jugadores que puede inventar en el área de los rivales.
Casemiro
No es central. Estuvo fuera de sitio y siempre intentó anticipar la jugada, por lo que perdía la posición. Rompió la línea una y otra vez porque Casemiro tiene mecanismos para jugar de mediocentro, pero (al menos no todavía) para ser central. Zidane tiene fe ciega en él porque se lo ha ganado, pero el centro de la zaga no es su sitio.
Zidane
Apostó. Y perdió. No le salió bien su propuesta arriesgada de convertir a Casemiro en central de emergencias. Cualquier cosa era mejor que poner a Coentrao, eso parece claro, pero el técnico francés, que dispuso movimientos constantes de sus jugadores para evitar la marca al hombre de Berizzo, estuvo lento en los cambios. Se empeñó en mantener en el césped a un Benzema desaparecido y desorientado.
Isco
Trabajador pero intrascendente. Fue sustituido porque Zidane necesitaba de él algo que no dio: su magia. No supo encontrar caminos entre los zagueros del Celta y su equipo le echó en falta. Sólo en el partido del Calderón esta temporada ha estado a la altura que puede dar en el Real Madrid. Zidane confía en él y el Bernabéu también, pero cada día que pasa hace más méritos para no consolidarse como titular. En Balaídos fue uno de los sacrificados en los cambios.