Randolph, el controlador aéreo de Europa

El fichaje de Anthony Randolph trajo al Real Madrid muchas expectativas, pero también incógnitas por resolver que hacían dudar de una adaptación máxima a los sistemas de Pablo Laso. Sin embargo, y tras dos meses de competición, el rendimiento del norteamericano ha superado si cabe las predicciones de cualquiera, y se ha convertido en el elemento aéreo que necesitaba el conjunto madridista.

Los cuatro tapones que colocó el ala pívot en el encuentro del jueves frente al Unics Kazan no son más que la demostración de que por condiciones, timing y personalidad, Randolph se ha convertido en el controlador del espacio aéreo en cada partido del Madrid. Nada más salir a cancha desde el banco, el ‘3’ puso su primera chapa, a la que acompañó con tres más, cada cual más impresionante e importante, en momentos de sufrimiento del Madrid en defensa.

Esto ha servido para confirmar que sus vuelos taponados frente al Barcelona, que incluso le hicieron tener que ponerse hielo tras humillar a Dorsey, no son fruto de la casualidad, como tampoco son los mates, que representan el hambre de triunfo de un jugador de nivel NBA.

Sus 2’11 de estatura se complementan con unas capacidades de salto y coordinación muy por encima de la media de los interiores del mundo, y un argumento para dominar los highlights semana tras semana en Europa, donde asombra con sus marcianadas por encima de los aros, en ambos lados de la cancha.

Nivel top en defensa y en ataque

En el Real Madrid se conocía el talento de Randolph para desequilibrar en ataque, con la triple amenaza –pase, bote, tiro– como arma desde sus 2’11 a nivel europeo. Pero es en defensa donde el jugador está sorprendiendo para bien, gracias a su mencionada labor taponadora –líder ACB– y capacidad de atrapar rebotes, sobre todo en Euroliga, donde ha superado las diez capturas en cuatro partidos de nueve disputados, con especial mención a su exhibición en Milán frente a Armani, donde se fue hasta los 20 puntos y 14 rebotes, para liderar la victoria del Madrid.

En la dirección deportiva se frotan las manos con las futuras versiones del norteamericano, que deben ser aun mejores, si tenemos en cuenta que solo lleva jugados 17 partidos con la camiseta madridista y que su entendimiento en pista con Ayón, Felipe y Hunter, está en clara mejoría. La era Randolph no ha hecho más que empezar en el Real Madrid.