Ximo Puig prefiere jugársela en enero antes que perder seguro en mayo

Que Ximo Puig está buscando un motivo para distanciarse de Pedro Sánchez es un dato objetivo, de modo que el presidente valenciano está muy pendiente del trámite parlamentario que los Presupuestos Generales del Estado sigan en el Congreso de los Diputados. Y como ERC y PNV no descartan presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas, si eso se produce la coalición socialcomunista sufriría un revés descomunal. Ese hecho, que marcaría definitivamente la recta final de la legislatura, llevaría al barón socialista a a adelantar las elecciones autonómicas al próximo mes de enero, aprovechando que Compromís no tiene candidato.

Ximo Puig es consciente de que ir a unas elecciones conjuntas con otros territorios -las elecciones de mayo- tiene más riesgos, en parte porque cuánto más tiempo pase más deterioro sufrirá el PSOE. Muchos españoles aprovecharán las elecciones municipales y autonómicas para dar una patada a Pedro Sánchez en el trasero de los respectivos candidatos del PSOE, por lo que Ximo Puig entiende que ir por separado a los comicios le resulta más rentable. Aunque Ximo Puig tampoco ha abierto la boca ante la discriminación que suponen para la Comunidad Valenciana los Presupuestos Generales del Estado, lo cierto es es que el cabreo de los socialistas valencianos va en aumento. Puig lo tiene claro: ligar su futuro político al futuro político de Pedro Sánchez le conduce directamente al desastre, de modo que va intentar por todos los medios marcar distancias con el presidente. El movimiento del presidente valenciano es indiciario de cómo bajan las aguas en el PSOE -otros barones, si pudieran, harían lo mismo-. En conclusión: Ximo Puig quiere ganar tiempo y jugársela en unas elecciones en enero, aunque las encuestas no le sean favorables, antes de salir derrotado seguro en las elecciones de mayo. Y es que los barones saben mejor que nadie que de aquí a primavera todo será mucho peor.