Los socialistas palmesanos han perdido los papeles

Después de convertir Palma las pasadas dos legislaturas en la quinta ciudad de España con mayor número de delitos, el PSOE presentó una moción en la que instó al gobierno municipal a «adoptar medidas inmediatas para reforzar la vigilancia en nuestros barrios». Y La portavoz municipal socialista aseguró que los palmesanos se sienten desprotegidos. Tamaña advertencia de la señora Rosario Sánchez –otro Sánchez que tal baila—no es que carezca de fundamento, sino que los socialistas palmesanos han perdido los papeles y ya lo mismo les da ocho que ochenta. Porque la realidad es esta otra.

Siendo delegada del Gobierno la señora Sánchez, tuvo bajo su mandato a la Policía Nacional y la Guardia Civil, y si los niveles de inseguridad de Palma se dispararon hasta llegar a ser, además de las Islas, una de las ciudades más inseguras, alguna responsabilidad le corresponderá a ella en este incremento. ¿O es que acaso las fuerzas de seguridad iban a su aire? No creo. Pero endosar responsabilidades a los demás es marca de la casa socialista. Pero hay más aún. Siendo alcalde José Hila, dejaron la Policía Local con menos de 300 agentes, desarticulando casi completamente la denominada policía de barrio.

Palma, es evidente y más por tras el paso de los socialistas por Cort, presenta deficiencias, alguna de las cuales se tardará en poder remediar, pero, precisamente la falta de seguridad, el aumento de la delincuencia y el incumplimiento de las ordenanzas sí que son plenamente imputables al señor Hila y, más aún, a la señora Sánchez. Por mucho que se quiera cambiar, no tiene vuelta de hoja.

MARTES: Y ADEMÁS, RATAS. Los socialistas presentarán también una propuesta relativa a la aparición de puntos negros de limpieza en los barrios de la ciudad. Motivo: están propiciando la proliferación de plagas de ratas, como parece han denunciado vecinos del Coll d’en Rabassa o Pere Garau… Y ello, dicen los socialistas altamente preocupados, supone un riesgo para la salud y bienestar de los residentes. Si así fuera, así es, pero, ¿han regresado las ratas a Palma? En un par de meses, la derecha y la ultraderecha han llenado de ratas la ciudad, algo que afortunadamente no había sucedido ni visto durante los ocho años de gobierno municipal de progreso. Si es que tuvimos un consistorio que no nos lo merecimos. Y ahora, sin duda arrepentidos, toca reconocerlo.

MIÉRCOLES: INVENTARSE LA REVETLA. Ramón Aguiló, siendo alcalde de Palma en el primer gobierno socialista en la década de los ochenta, impulsó las fiestas de San Sebastián y fue en aquellos años cuando comenzaron a celebrarse en Palma los conciertos de música en distintas plazas del centro y se dio forma a la Revetla tal como hoy la conocemos. La Revetla de San Sebastián es una fiesta de la democracia. La historia es la historia y la verdad es la verdad.

Pero resulta que ahora, miren por dónde, las fiestas de San Sebastián las inventaron otros, o sea, un colectivo que se autodenomina Orgull llonguet. Y estos ciudadanos, que hace diez años aparecieron en escena, montaron una charanga en el bar Can Vinagre y se inventaron una batalla de agua entre Canamunt y Canavall con algún éxito, porque ya se sabe, inventarse gamberradas sale a cuenta. Con ello han pretendido parecerse al much de Sineu, otro invento reciente, el coso de Felanitx, otro desmadre popular y, menos aún, una celebración tradicional y de incomparable categoría como es la batalla de moros y cristianos de Pollença.

Lo que sí han hecho los de Orgull llonguet es aportar a la charanga el Drach llonguet y los caparrots de Miquel del Forn de Sa Pelleteria y, más recientemente, el de Na Bel Rollet. Que ya dirán ustedes la representatividad ciudadana que ostentan, en un tiempo determinado, estos dos personajes. Ya puestos, y del mismo nivel popular, podrían añadir a la lista de caparrots a Colau Marieta. Y colorín colorado. Pero si así escribe la historia… Cuando falla el ingenio, las iniciativas empequeñecen.