Opinión

El separatista balear Jaume Alzamora, premio nacional de Hipocresía

El grado de hipocresía de la izquierda populista, separatista en este caso, de Baleares es insuperable. Jaume Alzamora, portavoz de Més en el Consell de Mallorca, se ha pasado los últimos meses liderando la ofensiva contra el turismo, proponiendo que a los extranjeros se les prohíba comprar casa en Baleares para acabar con la especulación inmobiliaria. Durante las dos legislaturas del pacto de izquierdas que presidía Armengol, Més per Mallorca, junto a sus socios en el Govern balear de Podemos y el PSOE de Armengol, inició la batalla contra la venta de inmuebles a extranjeros. Pues bien, el tal Alzamora, mientras se erigía en látigo contra el turismo con el demagógico argumento de que «las casas no pueden destinarse a la especulación ni al ocio» ante la crisis habitacional que sufre Baleares, ‘especulaba’ como nadie y vendía su vivienda en el municipio de Artá a una ciudadana alemana por 650.000 euros.

El portavoz independentista se ha coronado como un cínico al practicar sin ningún recato el clásico ‘consejos vendo que para mi no tengo’. No es la primera vez que la izquierda queda retratada, pues hay que recordar que en mayo de 2022 el PSOE de Baleares liderado por Armengol vendió por 350.000 euros la sede de los socialistas en la localidad mallorquina de Alaró a un ciudadano alemán. La operación se llevó a cabo cuando el Ejecutivo autonómico de coalición de PSOE, independentistas de Més y Podemos acababa de impulsar un debate parlamentario con la finalidad de adoptar medidas legislativas que restrinjan o limiten la venta de inmuebles a extranjeros y personas no residentes. Toda esta gente, partidaria de hacerle la vida imposible al prójimo, abdica de sus principios en cuanto ven oportunidad de hacer negocio. El tal Jaume Alzamora ha quedado retratado como un auténtico jeta, pero como no tienen escrúpulos todavía tendrá el cuajo de justificar la venta con el clásico argumento de que son de izquierdas, pero no tontos. Tontos tal vez no, pero no tienen vergüenza.