Sánchez nos deja a dos velas

Sánchez nos deja a dos velas

Vamos por partes, porque esto es surrealista. El PP exige al Gobierno socialcomunista un plan de contingencia ante la eventualidad de cortes de suministros de gas y electricidad -algo que ya ha hecho Isabel Díaz Ayuso en Madrid-, pero el Ejecutivo se niega con el argumento de que como no se ha producido todavía corte alguno no hay plan de contingencia que valga. Surrealista. Es tanto como decir, ante un probable escenario de nevadas intensas, que no se adoptará medida alguna hasta que la nevada sea una realidad. O sea, el Gobierno Sánchez, de forma consciente, hace alarde de la más absoluta imprevisión y renuncia a adoptar ninguna alternativa ante un eventual corte de suministro.

Nada más natural que establecer medidas para gestionar un escenario adverso, pero este Gobierno es de una necedad superlativa. Enagás, Red Eléctrica Española y las propias compañías eléctricas han advertido al Gobierno de que en un escenario de bajas temperaturas -como las registradas en España en enero pasado- el suministro no está garantizado, pero Pedro Sánchez sigue desoyendo todas las alarmas y mantiene el discurso de que todo está bajo control. Y eso, confiar en la palabra del jefe del Ejecutivo es un ejercicio de alto riesgo, porque en septiembre se comprometió ante todos los españoles a que a finales de 2021 pagarían en la factura de la luz lo mismo que en 2018 y desde que abrió la boca el recibo ha subido más de un 20%, pese a las medidas adoptadas por el Gobierno. En materia energética -como en casi todo- creer a Sánchez obliga a un gigantesco acto de fe.

El argumento del Ejecutivo es que no cabe hablar de plan de contingencia, ni de soluciones alternativas, ni de planes b hasta que se produzcan cortes de suministro, un despropósito que demuestra hasta qué punto los españoles vivimos en la más absoluta desprotección. O sea, que si la cosa se complica y se producen restricciones, ya lo saben: a dos velas.

 

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