Joaquín Sabina se despide de los escenarios en Madrid con dos conciertos memorables en el Movistar Arena

El corazón de Madrid volverá a latir al ritmo de la poesía cruda y elegante de Joaquín Sabina, quien se despide de los escenarios con su gira más emotiva: “Hola y Adiós”. El legendario cantautor ofrecerá dos conciertos en el Movistar Arena los días 2 y 4 de julio de 2025, en lo que promete ser una despedida tan inolvidable como su legado.
Sabina dice adiós… pero a su manera
A sus 76 años, Sabina no necesita presentación. Con más de cuatro décadas de carrera, canciones convertidas en himnos generacionales como “19 días y 500 noches”, “Y nos dieron las diez”, “Quién me ha robado el mes de abril” o “Contigo”, y una vida marcada por la lucidez lírica y la irreverencia, el artista jienense ha conquistado a millones con su voz rota y su mirada afilada.
Ahora, con “Hola y Adiós”, Sabina se despide de los grandes escenarios con una gira que ha recorrido América Latina y España entre ovaciones, lágrimas y aplausos eternos. Y Madrid, su ciudad adoptiva, será uno de los puntos culminantes de este adiós.
Un adiós lleno de gratitud, canciones y memoria
Más que un simple concierto, cada show de Sabina es un encuentro con el pasado, una charla entre viejos amigos, un repaso nostálgico y lúcido por la vida, el amor, el desamor, la política y los bares. En esta gira, el cantautor no solo interpreta sus grandes éxitos, sino que también comparte anécdotas, reflexiones y un sentido homenaje a su propia historia musical.
El Movistar Arena, con su capacidad para miles de asistentes y tecnología de última generación, será el escenario ideal para una despedida íntima a gran escala, cargada de emoción, complicidad y versos imborrables.
Madrid se prepara para despedir a uno de los suyos
Madrid ha sido siempre uno de los grandes amores de Sabina, musa y refugio, escenario y verso. Por eso, estas dos fechas no son solo conciertos, son un acto de celebración y agradecimiento mutuo. La ciudad le dice adiós al flaco del bombín, al cronista de los sueños rotos, con la certeza de que su música seguirá sonando en cada rincón.