Opinión

Pues para apoyar a Bildu tardó 15 segundos

La guerra política entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, amenaza con ir a más, después de que el Ejecutivo socialcomunista vetara a la jefa del Gobierno autonómico en la inauguración del AVE entre Madrid y Asturias. La respuesta del Ejecutivo madrileño no se hizo esperar y el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, dispondrá sólo de tres minutos para hablar en el acto del 45 aniversario de la Constitución que se celebra el próximo lunes 4 de diciembre en la Real Casa de Correos. Ciertamente, las relaciones institucionales entre Moncloa y Puerta del Sol han saltado por los aires. Sánchez, que en su discurso de investidura cargó de forma vil contra Ayuso, marcó la estrategia de acoso y derribo contra el Gobierno madrileño, iniciando así una nueva fase de su ofensiva contra la presidenta madrileña.

El delegado del Gobierno de Sánchez tiene la intención de extenderse bastante más allá de los 3 minutos fijados por el protocolo. Está claro que su objetivo es desafiar a la presidenta madrileña y que aprovechará la ocasión para plantar cara a Ayuso, de forma más o menos directa, consciente de que todas las miradas estarán puestas en él. Veremos cuánto tiempo emplea el mandado de Sánchez y qué carga de crítica a la presidenta madrileña introduce en su discurso, pero de la misma forma que para alabar a los proetarras de Bildu no necesitó más de 15 segundos sería deseable que sus ataques al Gobierno madrileño fueran breves, entre otras cosas porque hay más intervinientes. Lo malo es que Francisco Martín querrá quedar bien ante su jefe y aprovechar la oportunidad que se le brinda de levantar el muro contra la derecha que anunció Pedro Sánchez durante su investidura. Tres minutos no le bastan para tanto odio que destilan contra Ayuso. Ya se sabe: su corazón late por Bildu, que «tanto ha hecho por la democracia», según Martín.