Moncloa, tenemos un problema

«Moncloa, tenemos un problema». Eso es lo que se le podría decir a Pedro Sánchez, parafraseando la frase legendaria que habría pronunciado el astronauta Jack Swigert durante el agitado viaje del Apolo 13. El problema es que el inquilino de la Moncloa haya descartado de un plumazo a Madrid como sede de la Agencia Espacial Española (AEE), dentro su habitual incontinencia sectaria contra una región cuyos ciudadanos no votan como él considera menester.
El lector disculpará el aluvión de siglas que paso a relacionar, pero mi propósito es reflejar el alto nivel que el sector aeroespacial ha alcanzado en conocimiento, experiencia y proyección internacional durante décadas en la comunidad madrileña.
La región de Madrid alberga los siguientes organismos, proyectos y empresas:
- NASA: la agencia espacial de Estados Unidos tiene su Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo en Robledo de Chavela.
- ESA: la Agencia Espacial Europea cuenta con una de sus sedes, el Centro Europeo de Astronomía Espacial, en Villafranca del Castillo, desde el que se controlan las operaciones de sus misiones científicas. Asimismo, tiene un centro de incubación de empresas en colaboración con la Comunidad de Madrid y cuatro universidades madrileñas.
- SatCen: el Centro de Satélites de la Unión Europea, especializado en servicios de geointeligencia espacial y responsable del portal del programa europeo de vigilancia y seguimiento espacial (EU-SST), se sitúa en Torrejón de Ardoz.
- INTA: el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, dependiente del Ministerio de Defensa, especializado en investigación y desarrollo tecnológico en espacio, también está en Torrejón de Ardoz.
- EUSPA: la Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial cuenta con dos centros en la región: uno para el seguimiento de la seguridad del programa Galileo (GSMC, en INTA-La Marañosa, trasladado desde Reino Unido tras el Brexit) y otro para servicios de sistemas globales de navegación por satélite (GSC, en INTA-Torrejón. Torrejón de Ardoz).
- CDTI: el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, del Ministerio de Ciencia e Innovación, tiene un departamento dedicado al espacio que ostenta la delegación española en la ESA y tiene acuerdos y proyectos en común con otras agencias espaciales. Asimismo, colabora con numerosos programas y proyectos internacionales como el europeo EU-SST, de vigilancia y seguimiento espacial, del que es coordinador. También en Madrid.
- CAB: el Centro de Astrobiología, que trabaja en el programa de la NASA en este campo -el primero de fuera de Estados Unidos en hacerlo-, es un organismo creado entre el CSIC, el INTA y la Comunidad de Madrid. Está, al igual que los anteriores, en Torrejón de Ardoz.
- HISPASAT: el operador y proveedor de servicios de telecomunicaciones por satélite, tiene su centro de control en Arganda del Rey.
- HISDESAT: el operador de servicios gubernamentales por satélite, tiene sendos centros de control en Arganda del Rey y en Torrejón (INTA).
- EUMETSAT: la organización europea de satélites meteorológicos tiene un centro de control de respaldo de los satélites Metop en Torrejón (INTA) y la delegación española es ostentada por la Agencia Estatal de Meteorología. Madrid.
- TEDAE: la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, cuenta con un total de 92 empresas asociadas, de las que 68 tienen sede en Madrid, lo que supone un 73%. La mayoría de ellas está establecida en Tres Cantos.
Todos estos organismos, centros y empresas radicados en Madrid, en los que trabajan no menos de 3.000 personas, cuentan con amplias conexiones internacionales para el desarrollo de programas y proyectos científicos relacionados con el espacio y para atracción de inversiones. Esto significa también una actividad incesante de viajes y reuniones para la que Madrid reúne inmejorables condiciones.
El lector habrá advertido que Madrid es ya la sede principal de la actividad espacial española y, por tanto, lo lógico sería que lo fuera también de la AEE. Excluir arbitrariamente a nuestra región de un plumazo en esta carrera, como ha hecho Pedro Sánchez, supone un ejercicio de cesarismo rayano en la prevaricación al eliminarla antes de que se hicieran públicos los criterios del proceso de selección de la futura sede.
Dilapidar con la artera y anémica excusa de la descentralización el acervo de conocimiento y experiencia atesorado en Madrid durante décadas puede hacer que el proyecto de la Agencia Espacial Española se estrelle nada más despegar con graves perjuicios para los intereses de España en un campo donde la competencia no es precisamente fácil. Moncloa, tenemos un problema.