MeMa es un meme

MeMa es un meme

A finales de 2018 Mónica García todavía era la presidenta del grupo parlamentario de Podemos en la Comunidad de Madrid. La diputada errejonista en el Parlamento regional madrileño estaba a punto de integrarse en las listas de Más Madrid. Aún no había protagonizado aquel desagradable episodio por el que se ganó el apelativo de ‘pistolera’ cuando en un pleno de la Asamblea de Madrid, realizó un gesto con la mano con el que simulaba que pegaba un tiro al consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty. Ni siquiera había empezado a ser conocida por el acrónimo MeMa, atendiendo a la definición como médica y madre que tiene de sí misma la propia García en su perfil oficial de Twitter, aunque a nadie se le escapa el doble sentido del mote.

Por aquellas fechas, el 21 de diciembre de 2018, con la pistolera MeMa sentada en la primera fila del hemiciclo madrileño en representación del partido morado, la Real Academia Española (RAE) presentó las novedades de su diccionario digital que por primera vez recogió la palabra meme, que definió como «una imagen, vídeo o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet». Se trata de un neologismo importado del inglés, que fue acuñado por el biólogo Richard Dawkins, y aunque lo parezca, no tiene ninguna relación con las palabras memo y mema, que son sinónimos de tonto, simple y mentecato. Aunque en el caso de Mónica García el juego de palabras resulta evidente.

Este miércoles Mónica García protagonizó un nuevo episodio cómico de esos a los que nos tiene tan acostumbrados. Por la mañana exigió la dimisión del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, cuando vio en la prensa de extrema izquierda que había percibido los 195,82 euros que le corresponden en concepto del bono social térmico que Pedro Sánchez aprobó para las familias numerosas. «No es tolerable tanta falta de ética pública», señaló. Rápidamente, se descubrió que ella en su casa también había solicitado y cobrado esa misma cantidad, a la que tiene el mismo derecho que Ossorio, ya que también son familia numerosa. Tardó unas horas en reaccionar a este descubrimiento y lo justificó diciendo que «me ha costado horas enterarme».

Después de pedir la dimisión del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Mónica García se explicó diciendo que lo suyo ha sido un error «no pongo ninguna excusa, reconozco el error. No quiero cobrar eso, no lo necesito». Casualmente, lo mismo que dijo cuando en 2021 se descubrió que había solicitado cobrar irregularmente 13.000 euros de la Asamblea de Madrid mientras estaba de baja laboral. Tuvo que devolver ese dinero y también dijo que lo había solicitado por «un error administrativo». Y como ella dice que va «a estudiar si hay forma de devolverlo al Gobierno central» y Ossorio ha defendido que tiene derecho a cobrarlo como familia numerosa y ha avanzado que, como tal, cobrará todas las ayudas a las que pueda acceder; insiste en pedir su dimisión. Un meme.

Pero la lista de políticos de extrema izquierda que son un meme no se acaba en Mónica García. En la declaración de bienes y rentas del diputado y portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, también aparece que ha solicitado y percibido una ayuda de 3.569,03 euros por la ley de dependencia, a pesar de recibir una retribución anual cercana a los 130.000 euros y de haber sido condenado por no pagarle la Seguridad Social a su asistente. Tendríamos que plantearnos si tiene sentido que, con los impuestos de todos, subvencionemos a los ricos la compra de un coche eléctrico de último modelo, las ayudas a la dependencia de alguien que cobra 130.000 euros al año, o el pago del gas de una diputada que vive en un ático con vistas al Retiro. Pero los que más calladitos tendrían que estar son precisamente los políticos de izquierdas que hacen propaganda electoral con todas esas ayudas, las piden para ellos y luego critican a los demás.

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