Opinión

Inda: «No nos merecemos que nos gobierne un PSOE con compravotos, coqueros, puteros y secuestradores»

El sanchismo es un lodazal de inmoralidad. Por eso ni en el mejor de los sueños «imaginamos que este Sánchez, repugnante desde el punto de vista moral, que ha pactado con ETA, con los golpistas catalanes, que ha cometido toda suerte de trapacerías, se iría por el sumidero en apenas 48 horas», afirma Eduardo Inda. Las que han transcurrido desde que conocimos el primer caso de compra de votos en Mojácar, en el bellísimo pueblo almeriense.

Los propagandistas de Moncloa, esos periodistas de argumentario, ya decían que todo se circunscribía a Mojácar. Y ahora resulta que hay más casos de compra de votos, de robo de elecciones en otros pueblos, en Andalucía, en Murcia y en Canarias, que sepamos. Y de momento. Y la última es tanto más grave y parece extraída de un capítulo de la serie Narcos o de Pablo Escobar, El patrón del mal.

«Y es que el número 2 del Partido Socialista en Andalucía, que es la organización territorial más grande del partido, al parecer organizó el secuestro de una compañera de partido. No queda ahí la truculencia. Y es que ese secuestro se iba a financiar o se empezó a financiar con fondos del partido y el rapto se organizó desde una sede del partido. Y además de todo eso, se compró cocaína con fondos del partido para estimular, para que no se echase atrás el secuestrador. Sencillamente, todo de locos. No me estoy inventando nada, figura en el sumario», explica el director de OKDIARIO.

«En fin, yo lo que me pregunto es por qué a estos socialistas les gusta tanto la coca. En este suceso había coca, en la trama del Tito Berni había coca, en los EREs había coca, en el caso Luis Roldán… ¿Por qué son tan puteros algunos socialistas? Había prostitutas en los EREs, había prostitutas en el caso del Tito Berni En fin, yo lo que digo es que los españoles no nos merecemos que nos gobierne un partido en el que hay tantos casos de prostitución, tantos coqueros y en el que, en fin, el número 2 de una organización territorial tan importante como Andalucía es un secuestrador. Ni más ni menos», concluye.