A Igualdad le gusta la hierba corta: ni que se la fueran a fumar

Se conoce que la ideología de género contempla que el césped del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, no supere los 10 centímetros de altura. Les gusta la hierba corta. El portal oficial de contratación del Estado recoge la licitación de un «servicio para el mantenimiento y conservación de la sede de Condesa de Venadito», donde se sitúa el Departamento dirigido por Beatriz Gimeno. En el pliego se asegura que se invertirán 22.000 euros para trabajos de jardinería que incluyen la conservación, reposición y podas de las plantas situadas en el interior y en el exterior del edificio. En el mismo se exige que la hierba del césped no pase de los 10 centímetros, pues se conoce que superar ese umbral constituye un atentado contra la igualdad de género y un impresentable acto de machismo ecológico.

Con la que está cayendo, cuando millones de españoles están sufriendo en sus carnes los devastadores efectos de la pandemia, cuando miles de pequeñas y medianas empresas han tenido que echar al cierre, el Ministerio de Igualdad se gasta 22.000 euros en el mantenimiento del jardín del Instituto de la Mujer. Y como son muy miradas, exigen que la siega de los jardines se  «realice con la frecuencia precisa para que la hierba no alcance una altura tal que, estética o fisiológicamente, suponga un perjuicio para el césped». Se incluyen instrucciones para «el recorte con tijeras, los abonados, la aireación o el entrecavado de las zonas verdes dedicadas a las plantas». Todo un manual de exigencias que, en tiempos de crisis, suponen un insulto en toda regla a un país que está mucho más necesitado de cuidados que el césped del Instituto de la Mujer.

Lo de la hierba, en todo caso caso, es para que se lo hagan ver. Los malpensados creerán que la obsesión por la altura del césped del Ministerio de Igualdad responde a algún vicio oculto. Caramba con la hierba, ni que se la fueran a fumar.