Opinión

Huawei y la alargada sombra de Zapatero

La empresa china Huawei ha sido señalada por EEUU y la UE por su vinculación al régimen chino, ya que esta sociedad tecnológica podría representar un alto riesgo para la seguridad al contar con software de «almacenamiento cifrado de datos», «sistemas operativos» o «sistemas de gestión de base de datos» que podrían ser utilizados por el régimen de Pekín. De ahí que  en enero de 2021, la administración estadounidense de Joe Biden publicara un listado con los nombres de las «compañías militares chinas que operan directa o indirectamente en Estados Unidos».

A este catálogo se le conoce como la  lista 1260H y en él se incluyó a Huawei porque podría ser uno de los «contribuidores» con el régimen chino «operando directa o indirectamente en los Estados Unidos».

Pues bien: el Gobierno de Sánchez ha duplicado, pese al veto de Estados Unidos y la UE, la concesión de certificados de seguridad a la empresa china, los sellos que permiten que la Administración contrate sus productos tecnológicos. ¿Y por qué?, se preguntará el lector. La respuesta no es sencilla, pero detrás de esta decisión está, sin duda, la figura de José Luis Rodríguez Zapatero, convertido en el perejil de todas las salsas de regímenes reñidos con la democracia.

Justo después de que Biden señalara a Huawei como una amenaza, se conoció la contratación por parte de la tecnológica de las hijas del ex presidente del Gobierno. Por entonces, la empresa china ya trabajaba con la consultora Acento, fundada por el ex ministro de Fomento, José Blanco, y en la que también colaboraba el socialista Antonio Hernando y el ex presidente Zapatero.

Huawei se mantuvo como cliente de Acento hasta 2024, cuando dejó de figurar en el registro de la Unión Europea como usuario de la consultora. Pese a que la Comisión Europea alertó a los países de la UE de que debían «restringir o excluir a Huawei de sus redes 5G», al representar un «riesgo mucho mayor» que otros proveedores, el Gobierno de Sánchez no ha desistido de los contratos con esta compañía y mantiene las licitaciones en marcha para adquirir sus productos. No hace falta ser un lince: aquí hay gato encerrado.