Opinión

La bala (plateada) de Feijóo

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

De todos los candidatos a la Presidencia del Gobierno que he conocido desde la restauración democrática –que han sido todos- el único que con mucha antelación ha jurado solemnemente ante sus conmilitones que de no lograr su propósito se iría ipso facto es Alberto Núñez Feijóo. Los más revirados –opiniones siempre se encuentran para todos los colores- estiman que se trata de una añagaza de un ser, esencialmente gallego, para movilizar definitivamente a los suyos cuando todavía restan unos meses para las elecciones municipales y algunos más para las legislativas. El columnista, sin embargo, entiende que se trata del anuncio de una realidad personal y política.

Tiene toda su lógica. Feijóo, lo he escrito en multitud de ocasiones, no es un hombre hecho para la oposición. Lo suyo es el poder desde donde se cambian las cosas y se puede visualizar la gestión. Eso, por un lado. Por otro, jamás a un líder de la oposición le favorecieron más las circunstancias objetivas de un Gobierno a la más completa deriva, como el actual de Pedro Sánchez, con excepción de aquel de UCD que se hizo el harakiri consciente y voluntariamente.

Feijóo sabe, como casi todo el mundo, que tiene el poder al alcance de la mano. Como decía Napoleón Bonaparte, el factor suerte es un aliado imprescindible para obtener el éxito en cualquier circunstancia. Salvo aquel joven Felipe González de 1982, no he conocido a otro aspirante a la Moncloa con el viento a favor como el gallego de Los Peares. Otra cosa es lo que puede venir posteriormente, si las encuestas y el sentido común se confirman en las urnas.

Por otro lado, el propio jefe del PP sabe que si no alcanzara su objetivoganar y formar Gobierno, que son cosas distintas, aunque vayan indefectiblemente unidas- sería muy difícil seguir habitando en Génova, 13. Si con los alisios soplando con intensidad a favor, Sánchez sigue uncido al palo mayor del poder en España, sus conmilitones se volverían enfurecidos en busca de otro capitán que les dirija a bordo. Este es el asunto.

Así las cosas, habrá que observar algo importante en el contexto que circunda al centroderecha en España. Feijóo es el único comandante en jefe que goza –hoy por hoy- de unanimidad total en el partido, sin corrientes internas, sin pero alguno al liderazgo, cosa que no ha ocurrido nunca, ni siquiera en la época del fundador, Manuel Fraga.