Apuesta en campaña por un liberalismo pragmático
Vaya por delante una consideración necesaria: recordar que pragmático lo que refiere es actuar dando prioridad a consideraciones prácticas, o tomado en femenino, nos dice la RAE es «Ley emanada de competente autoridad».
Estamos a nueve meses de la posibilidad de echar a la extrema izquierda de los centros de poder en las instituciones baleares. Visto que Marga Prohens quiere que el PP de Baleares sea un punto de encuentro entre Andalucía (es decir una buena gestión) y Madrid (lo mismo sólo que añadiendo la batalla de las ideas), le recomiendo lea Liberalismo a la madrileña, de Diego Sánchez de la Cruz, uno de los analistas económicos hoy más influyentes.
En su libro Sánchez de la Cruz analiza con detalle cómo, y por qué, Madrid es la comunidad que más crece a partir de la capacidad del liberalismo de avanzar con la mirada puesta en el contexto social-político-económico y no creo que haga falta –espero- explicar que los términos Madrid y Baleares son intercambiables atendiendo, claro está, a lo específico de sus contextos. Dicho de otra manera: el «proyecto propio» que defiende la lideresa del PP.
Sánchez de la Cruz hace «una llamada al pragmatismo» en la aplicación del proceso como consecuencia de la generación de ideas y cómo éstas llegan a desarrollarse, recordando que «las élites juegan un papel muy importante en la generación de ideas pero no se les puede olvidar cuál es el sentimiento popular». Un dato que sistemáticamente ignora la izquierda, hoy convertida por su deriva en rabiosa extrema izquierda ya desaparecido el PSOE, y por extensión el PSIB de Francina Armengol. Una izquierda muy sectaria y por completo vacía de contenidos de interés real para la población, salvo acabar con las estructuras tradicionales en completa sumisión a la Agenda 2030.
Hoy en Baleares la izquierda carece de intelectuales capaces de entender la idiosincrasia del archipiélago, centrados como están en demonizar cualquier actitud ajena a sus cábalas unilaterales, opuestos por completo a la voluntad popular. El último de ellos justificó el desastre presupuestario del segundo Govern presidido por Francesc Antich aludiendo a inversiones silenciosas, que mira por dónde también es manera de no querer dar explicación alguna sobre presuntos despilfarros, aunque sin llegar a llamar secreto de Estado a un rosario de ocurrencias con la finalidad de tapar una mala gestión.
¿Será capaz Marga Prohens de encontrarse con pensadores no contagiados y capaces de revertir las anomalías del tiempo presente? El PP balear, y pensadores afines, dispone de un colectivo especializado lo suficientemente preparado para hacerle frente con soluciones apreciables a circunstancias adversas y así revertir una situación tan comprometida.
Lo importante, con serlo, no es que Marga Prohens sea a partir de julio del año 2023 presidenta del Govern balear. Lo verdaderamente trascendente es que esa posibilidad de liderazgo entienda la necesidad de ser más directa en la «confrontación y radicalidad» en el mejor sentido de la palabra: «Ruptura total con el consenso progre y además el ataque frontal a todos los dogmas del pensamiento de la izquierda», como subraya Diego Sánchez de la Cruz. Probablemente en ello radique acabar con un cuarto de siglo de alternancia inútil y contraproducente, vista la incapacidad de gestión del Pacte.
No olvide Marga Prohens que en la campaña electoral tendrá enfrente a una rata mitinera nata, que solamente en eso consiste Francina Armengol, y que por tanto jamás debe ir a remolque de su dialéctica vomitiva. Sólo bastará con dejarla hablar como el papagayo progre que es, imponiendo refutación una vez y la siguiente a todos los dogmas del pensamiento de la izquierda. Porque refutar es «rechazar la validez de una idea mediante argumentos y razones», nos dice la RAE. Perfecto antídoto para silenciar a una mitinera.
El socialismo español del siglo XXI está tan desaparecido como ya ocurrió en Francia, Reino Unido, Grecia o Italia y así es porque carece de líderes de pensamiento pragmático, es decir, no tiene presente «el sentimiento popular». Permanece únicamente por un voto cautivo que sigue sin nacer al siglo XXI y así es al negarse a ver las miserias que inundan su discurso.
Marga Prohens debe ir más allá, ser plenamente consciente -y hacerlo ver- de que el daño provocado por las élites progresistas es no reconocer «que se puede muy bien vivir en Madrid (intercambiable con Baleares) siendo un progre porque hay sitio para todos. Lo que no se puede es vivir bien siendo un catalán que se siente español y quiere vivir en libertad, por ejemplo en Cataluña (intercambiable con Baleares)». De nuevo cita de Diego Sánchez de la Cruz. La gran duda es cómo afrontará Prohens el bilingüismo. ¿Sabrá defenderlo inyectando sentido común en la administración y defendiendo el 25% de castellano en la enseñanza obligatoria?
Diré más: ¿Será capaz de enfrentarse a la rutina pancatalanista, sin miedo a que la amenace la marea verde, es decir, ese profesorado militante que sigue las contraseñas de la Generalitat de Cataluña para doblegar voluntades?
La lideresa del PP de Baleares no debe olvidar que el daño causado tanto por José Ramón Bauzá como por Biel Company es demasiado reciente, el primero por excesiva soberbia y el segundo por ausencia de liderazgo, y en consecuencia un error de estrategia puede darle alas al Pacte de Progrés.
Téngalo bien presente y olvídese de atacar a Vox, que Jorge Campos no le va a hacer sombra sencillamente porque no puede.