Opinión

Alerta roja en el PSOE

Los primeros datos recabados a pie de campo por los equipos del PSOE en los grandes Ayuntamientos han provocado que se enciendan las alarmas. Los datos trasladados hasta el Gobierno desde Aragón, Extremadura, Comunidad Valenciana y Galicia advierten, como informa OKDIARIO,  que la movilización electoral entre los votantes socialistas es mucho más baja de la esperada y de la registrada en las últimas elecciones generales. Dicho de otro modo: será muy difícil mejorar los 123 diputados obtenidos el 28-A. Son los riesgos de convertir las urnas en una ruleta rusa.

Los datos no proceden de sondeos o encuestas, sino que son el reflejo de la respuesta directa de su grupo de votantes en la calle o en las habituales reuniones del partido. Y otra evidencia: el mensaje divulgado desde Ferraz para transmitir que el único culpable de volver a ir a elecciones es Podemos y Pablo Iglesias no parece haber calado.

Por otra parte, preocupa el hecho de que en «el bloque de derechas» al PP le esté funcionando el voto útil. La concentración del voto en la formación que preside Pablo Casado estaba prevista en Ferraz, pero en el PSOE son conscientes de que en el electorado de centroderecha se está extendiendo la idea de que los nuevos comicios son una oportunidad que obliga a votar con pragmatismo comprobados los efectos que la fragmentación provocó el pasado abril.  Si a eso añadimos la irrupción de Íñigo Errejón en el panorama electoral -quitará votos a Podemos, pero también, aunque en menor medida, al PSOE-, en Ferraz las caras revelan que las previsiones de hace un mes no se parecen en nada a las de ahora.

La abstención y el desencanto parecen haber hecho mella en una parte del electorado socialista, que no entiende cómo, entre unos y otros, se perdió la oportunidad de formar un Gobierno progresista. De ser cierta la percepción local desde los grandes ayuntamientos del PSOE, uno de los factores que explican el triunfo de Sánchez en las elecciones del pasado abril habría menguado o desaparecido, porque los auges socialistas en el voto suelen estar relacionados con elevados niveles de participación electoral.

En suma, que por tensar la cuerda hasta el límite, las cuentas de Pedro Sánchez pueden terminar siendo las de la lechera. Hace apenas dos meses, nadie dudaba de que Sánchez seguiría en en La Moncloa por una larga temporada. Ahora, las cosas han cambiado. Tempus fugit.