Mozos de Escuadra: Borbones, provinciales y botiflers

Mozos de Escuadra: Borbones, provinciales y botiflers

Podría comprarme un chalet con piscina en los Hamptons o en Palamós con un ama de llaves italoamricana o de Bonrepós si me dieran un euro por cada independentista con la cabeza de Felipe VI colgando hacia abajo en su perfil de Twitter o en su balcón. Me forraba con cada Wannabe andaluz o castellano de las CUP, ERC y voluntario de la ANC que reclama la ruptura con un “España les maltrata”. Me recuerdan a aquellos negros que, en la época de la esclavitud, y al mejorar un poquito su situación por trabajar de criados en la casa del señor en vez de recogiendo algodón, llamaba “¡Negros!” a sus congéneres. Paradójicamente, alguno de esos que odian a España con ese fervor se libró del algodonal y de servir el guiso en el salón a cambio de convertirse en hispánica concesión: en un histrión berlanguiano del odio lúdico de TV3, en un mantenido de la administración o en un Mozo de Escuadra traidor por convicción u obligación.

De los últimos vi a docenas soslayando el golpe de Estado en el 1-O. Los partidarios del independentismo que hacían cola en los colegios de niños me contestaban que los Mozos eran algo así como “el contrapeso a la invasión de las fuerzas represoras del Estado español”. “Son la nostra pulichía” me repetían los pakistanís de Islamabad que conducían los taxis y los Cabify. “Fijaros en la vergüenza que nos provocaba hasta hace poco decir esta frase tan normal”, repetían los tertulianos del PDeCAT. Yo hubiera jurado que se referían a los Grises de Escuadra de Felip Puig que en 2011 dejaron 200 nalgas revolucionarias como culo de mandril en la Plaza de Cataluña, pero no, hablaban de la poli de Albert Batlle antes de ser “relevado” por el amigo dominguero y de Jim Beam de Puigdemont.

Al contrario que sus privilegios y agravios salariales con la Guardia Civil y la Policía Nacional, la constitución del cuerpo de Mozos de Escuadra no fue una herramienta concedida al autogobierno de Cataluña. Tampoco el garante de inmunidad de los golpistas. En realidad, los Mozos nacieron como el cuerpo de policía más añejo de España fundado por una orden Real del Rey Felipe V en la primavera de 1719. Borbones y dependientes del ejército. Botiflers provinciales creados por la necesidad de hacer frente a la invasión francesa y los aliados catalanes arcabuceros al servicio de Francia en el marco de la Guerra de la Cuádrupe Alianza. De orgulloso mando del ejército español a los uniformados de otro PER español a otra comunidad autónoma. ¡Procesistas!, pero ¡Vaya involución! Del terror de criminales y austracistas repartidos por las montañas de Cataluña a pardillos-escolta de los bandidos de hoy.

Un cuerpo integrado por un 50% de traidores a la nación española y otro 50% que se avergüenza de hacerlo mientras demanda al Gobierno nacional que les tiendan puentes de paso hacia la Policía Nacional está pidiendo a gritos su escisión. Reconociendo que son estamento fracasado que se cuela por el sumidero de las cloacas independentistas. 17.000 hombres convertidos en el germen de un futuro ejército nacional son parte de la enfermedad institucional que hay que eliminar ya. Hombres que venden a sus compañeros mientras sus mandos les venden a ellos para evitar toda responsabilidad penal. “Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros”

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