Desaparecen del Banco Mundial 37.600 millones de euros destinados a la financiación climática

Conclusión de Oxfam Intermón en un informe publicado con motivo de las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Oxfam Intermón ha denunciado que 37.642 millones de euros destinados a  la financiación climática del Banco Mundial, es decir, cerca de un 40% del financiamiento climático total desembolsado por la institución financiera durante los últimos siete años, no figuran en los balances debido a «prácticas de registro deficientes».

Esta es la conclusión a la que ha llegado la ONG en un informe que ha publicado con motivo de las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial que se celebrarán en Washington D.C. (EE. UU.).

En el texto, ha señalado que el Banco Mundial es el principal financiador climático multilateral y que representa el 52% del flujo total de fondos de los bancos multilaterales de desarrollo en conjunto.

Sin rastro de miles de millones

Según la organización, la auditoría que ha llevado a cabo de la cartera de financiación climática del Banco Mundial de 2017-2023 ha evidenciado que se ha perdido el rastro de entre 24.000 y 41.000 millones de dólares durante el tiempo transcurrido entre la aprobación y la clausura de los proyectos.

En concreto, ponen en cuestión los procedimientos al no haber registros públicos «claros» que muestren a dónde ha ido a parar este dinero o de qué forma se ha usado, por lo que Oxfam Intermón indica que es «imposible» evaluar su impacto.

A su vez, tampoco queda patente si los fondos se han invertido en iniciativas climáticas con el objetivo de ayudar a países de renta media-baja a proteger a la población de los efectos de la crisis climática y a invertir en energías limpias.

Tarea ardua y difícil

Además, la investigación de la ONG ha revelado que incluso obtener información básica sobre cómo el Banco Mundial gestiona la financiación climática fue «ardua y difícil».

Asimismo, ha recordado que a financiación climática estará en el centro del debate en la COP29, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que comenzará en Baku (Azerbaiyán) el 11 de noviembre, y ha advertido que la falta de trazabilidad de los gastos podría minar la confianza en los esfuerzos globales en materia de financiación climática.

Logo de la ONG Oxfam en una de sus sedes. (Foto: AFP)

La directora de la oficina de Oxfam Internacional en Washington D.C., Kate Donald, ha denunciado que «no monitorear cómo o dónde se invierte realmente el dinero» no es sólo «un descuido burocrático», sino que supone «una quiebra esencial de la confianza que pone en riesgo los avances» que se deben lograr en la COP29. «El Banco Mundial debe actuar como si nuestro futuro dependiera de abordar la emergencia climática, porque así es», ha afirmado.

Falta de transparencia

«Tuvimos que examinar varios informes complejos e incompletos, y aun así, los datos estaban llenos de lagunas e incoherencias. El hecho de que esta información sea tan difícil de acceder y comprender es alarmante: no debería ser necesario un equipo de investigadores profesionales para averiguar cómo se están gastando miles de millones de dólares destinados a la acción climática», explica la directiva de la ONG

«Esto debería ser transparente y accesible para todos, sobre todo para las comunidades que se supone que se beneficiarán de la financiación climática», dijo Donald.

Gasto real

«El Banco se apresura a alardear de sus miles de millones de dólares en financiación climática, pero estas cifras se basan en lo que planea gastar, no en lo que realmente gasta una vez que un proyecto se pone en marcha», ha declarado la directiva de Oxfam Internacional en Washington DC.

«Esto es como pedirle a su médico que evalúe su dieta sólo mirando su lista de las compras, sin verificar nunca lo que realmente termina en su refrigerador», ha concluido Donald.