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Novedades científicas que nos dio el 2020

Con la finalización del año 2020, hemos despedido un periodo duro de la humanidad, por el coronavirus. ¿Qué novedades científicas destacan?

Todos parecemos concordar en que 2020 quedará eternizado en nuestra memoria como “el año de la pandemia”. Si bien resultará muy difícil desvincular el pasado año de las consecuencias desastrosas del Coronavirus, también es cierto que la ciencia ha logrado avanzar (a pesar de los pesares). Y no, no nos referimos únicamente al desarrollo histórico, en tiempo record, de las vacunas contra el COVID-19. A continuación, te invitamos a descubrir algunas de las más destacadas novedades científicas que nos ha traído el 2020. ¿Te animas a cambiar un poco de perspectiva sobre lo ocurrido el pasado año?

3 Novedades Científicas en el 2020 (más allá del COVID-19)

Desvelan “misterios” genéticos sobre la materia gris

En el mes de marzo de 2020, profesionales de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU), han anunciado la elaboración del primer mapa genético de la corteza cerebral. Con la colaboración de científicos de varios países, se ha logrado identificar a más de 300 variantes genéticas que influyen en la estructura cortical. Además de estar asociados a diferentes trastornos neurológicos y psiquiátricos.

La corteza es una parte clave del cerebro y, a diferencia de lo que ocurre en los demás primates, puede expandirse notablemente en los seres humanos. Se estima que esta capacidad expansiva puede ser la razón porque logramos desarrollar mejores habilidades cognitivas y conductas sociales.

La investigación estuvo basada en el análisis de las resonancias magnéticas de los cerebros de unas 50.000 personas, de las cuales también se tomaron muestras de ADN para evaluar sus diferencias genéticas. Las secuencias del ADN son sucesiones de letras que representan la estructura primaria de una molécula.

ADN y las células progenitoras

Los investigadores han identificado miles de puntos donde las variaciones de estas letras impactan directamente en la estructura, el tamaño y el grosor de la corteza. Curiosamente, estas variaciones se concentraban en lugares del genoma que son activos antes del nacimiento, durante el desarrollo temprano del cerebro, en las células progenitoras neuronales.

Estas células son responsables de producir caso todas las neuronas de la corteza cerebral, y solo están presentes durante esta primera etapa. Lo que parece indicar que las variantes genéticas que influyen en estas células progenitoras antes del nacimiento, provocarían cambios en la cantidad de neuronas producidas y el tamaño del cerebro después del nacimiento.

Desarrollan la primera vacuna para una enfermedad con alta letalidad

No solo el COVID-19 ha “ganado” su primera vacuna en el 2020. En el mes de febrero, la Universidad de Navarra comunicaba el desarrollo de una vacuna contra la disentería bacteriana (o shigelosis). Se trata de una patología infecciosa que incluye síntomas como fiebre, diarrea y fuerte dolor estomacal, entre otros.

Actualmente, se considera un problema de salud pública que, cada año, afecta entre 80 y 160 millones de personas y provoca alrededor de 600 mil muertes. La principal vía de trasmisión es el consumo de agua y alimentos contaminados, estando directamente relacionada a las condiciones habitacionales y a la infraestructura de saneamiento básico.

La disentería bacteriana afecta dramáticamente a las poblaciones de países en vías de desarrollo, principalmente a los niños. Por ello, el desarrollo de la primera vacuna es una de las novedades científicas de 2020 que más expectativas (y esperanzas) generan.

Descubrimiento permitiría avanzar en el tratamiento del VIH

El VIH es un tipo de retrovirus y, como tal, se caracteriza por la capacidad de esquivar los “ataques” del sistema inmunológico. ¿Y cómo lo hace? Pues integrando su material genético a nuestros cromosomas.

Ello les permite generar a estos virus unos espacios que les sirven como refugio, donde pueden estar “camuflados”. De esta manera, consiguen esquivar tanto el sistema inmunológico, como los medicamentos antirretrovirales. Así mismo, hay un pequeño porcentaje de portadores del VIH que no desarrollan síntomas, aun sin someterse a tratamientos farmacológicos. Estos son los llamados “controladores de élite” y representan alrededor del 0,4% del total de personas infectadas por el virus (alrededor de 40 millones en todo el mundo).

Todo ello se sabía desde hace algunos años, pero una de las novedades científicas de 2020 ha sido el descubrimiento de un vínculo entre el éxito inusual de estos pacientes asintomáticos, y el lugar donde el virus se aloja en sus genomas.

Esperanzas en un tratamiento contra el covid-19

Aunque este hallazgo no necesariamente conducirá a la aparición de una cura definitiva, es un paso clave para avanzar en el tratamiento contra esta pandemia mundial. Entender el por qué algunas personas logran convivir con el virus sin experimentar repercusiones en su salud, podría permitir desarrollar nuevas estrategias para optimizar el sistema inmunológico de todos los demás portadores del VIH.

Los expertos están esperanzados con la posibilidad de “entrenar” el sistema inmune de las personas infectadas para comportarse de manera similar al de los “controladores de élite”. Lo que podría significar una revolución en los actuales métodos de tratamiento, y la oportunidad concreta de mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.